El litio y las lecciones (para nosotros) de una licitación fallida

Todo el asunto del litio, desde que se informó que se realizaría este proceso de licitación que tan estrepitosamente se desarmó,

Envie este Reportaje Version de impresion de este Reportaje Publicado el 10 de Octubre de 2012 Visto 364 veces
Todo el asunto del litio, desde que se informó que se realizaría este proceso de licitación que tan estrepitosamente se desarmó, arrastrando al subsecretario Wagner, generó mucho revuelo y mucha oposición, casi desde el primer momento.

Aquellos que quieran revisar ese revuelo, pueden ir aquí>>

En este articulo no vamos a volver sobre lo evidente o lo tantas veces dicho.

Ahora que esta comedia grotesca de la licitación del litio parece terminada, por ahora, podemos hacer una pequeña revisión no solo de lo que sucedió, sino sobretodo de lo que no sucedió.

El Ministro Longueira califico, en algún momento, de “criticas provincianas” las objeciones que se hacían desde múltiples sectores. A estas alturas de nuestra historia, que alguien use la palabra “provinciano” como un término descalificador es bastante decidor de lo que brilló por su ausencia en todos esos debates.

Nosotros.

Porque es un hecho que, cualquiera fuera el ganador de esa licitación, los perdedores íbamos a ser nosotros. Pero nadie se preguntó por los salares que iban a ser destruidos, por la cultura ancestral que iba a estar bajo amenaza, por la forma de vida que amamos que no podría sostenerse... Según Longueira, Chile ha perdido un gran negocio. Pero ¿a que se refiere cuando habla de Chile? Chile no empieza ni termina en Santiago. Pero nadie parece preocuparse demasiado de eso. Todo el debate sobre el litio pasó como si aquí no viviera nadie. Como si los sueños y lo proyectos y el patrimonio de esta zona no existieran.

Sin embargo, si hubo algunas acciones, aunque sin prácticamente ninguna resonancia mediática

La acción del Consejo de Pueblos

Dentro de todos los recursos judiciales que se presentaron en todas las instancias del proceso, uno pasó mas o menos inadvertido: El del Consejo de pueblos atacameños, en agosto de 2012, debido a la falta de consulta previa, considerando que el litio se encuentra en salares, y estos salares, en áreas protegidas y tierras demandas y/o inscritas por comunidades indígenas, y que las aguas (aunque son salmueras) están protegidas.

Este recurso no fue contestado, hasta donde sabemos, a la fecha en que todo el procedimiento fue invalidado

Además, el Consejo compró las bases de la licitación, y conforme al derecho que eso le otorgaba, realizó una serie de consultas al Comité Especial de Licitación (CEL) presidida por el despedido subsecretario Wagner.
La mayor parte de las preguntas no fueron contestadas porque según el CEL no correspondían a aclaraciones sobre las bases de la licitación.

De las preguntas contestadas, una de las más interesantes es la g:

“Una vez que el contratista del CEOL haya definido su proyecto y, por ende, el área o áreas en que este se desarrollará, deberá dar estricto cumplimento a la legislación nacional aplicable a cualquier proyecto minero. En especial,  deberá someter el proyecto al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, dentro de cuyo ámbito se contempla la consulta a los pueblos indígenas que puedan verse afectados. La Resolución de Calificación Ambiental favorable es un requisito previo al inicio del proyecto.”

Esta respuesta al menos fija por escrito la posición del estado en lo que se refiere a la consulta a los pueblos indígenas. Lo que no garantiza nada, por supuesto.

Pueden descargar un documento con las respuestas del CEL al consejo de pueblos atacameños aquí (.pdf de 267 Kb) >>

Pueden descargar un documento con el recurso de protección presentado (.pdf de 308 Kb) aquí >>

¿Por qué no nos tomaron en cuenta?

Ni las fuerzas políticas opositoras, ni las ONGs ambientalistas, ni el estado, parecieron apuntar al hecho de que en las zonas donde estaban los yacimientos de litio más tentadores para los participantes de la licitación, vive gente.

Pueden ver un artículo sobre esto. Aquí >>

Ni siquiera las empresas que finalmente participaron en la licitación (las cuales tienen presencia en esta zona), mencionaron nunca el tema. SQM, la efímera ganadora, con larga historia en la zona, ni siquiera intentó explicar a las comunidades donde se asienta que esto no iba a perjudicarnos. O si iba a perjudicarnos, que medidas de mitigación o compensación podía presentar. Incluso se dio el lujo de planear que se iban a toma un tiempo para decidir donde iban a realizar la explotación. Tiempo que podía extenderse hasta por un año. Para SQM, evidentemente, no existimos. Al menos no como sujetos de consulta o de interlocución.
Pero todo eso es explicable y hasta lógico, dentro de la lógica empresarial y economicista en la que nos encontramos.

Pero quizás lo más preocupante debiera ser que, según esta experiencia, no tenemos ninguna fuerza como comunidad frente a este tipo de amenazas.

Un ejemplo: El domingo 7 de octubre se realizó una actividad de protesta sobre este tema, exigiendo una licitación con consulta y respeto por el convenio 169 al que asistieron 7 mujeres. Al decir de una de las organizadoras “las mismas de siempre”
Aunque felicitamos a quienes participaron, es claro que con ese nivel de conciencia, organización y participación, difícilmente podemos esperar que nos tomen en cuenta.

Lo que viene

Naturalmente, la invalidación del proceso no significa que esta historia del litio haya terminado. El nuevo subsecretario, Francisco Orrego, ya anunció que está dentro de las posibilidades el volver a hacer una licitación. Quizás esa sea una oportunidad para preparase a realizar más acciones, con más decisión y sobre todo, organización.
Para que en el proceso que venga, no hagan como que no existimos.

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