Futura Planta de Tratamiento de Aguas Servidas: Huele un poco mal todavía

La consultora Sistemas & Redes, junto a la municipalidad de San Pedro de Atacama, realizaron el 8 de noviembre una reunión abierta a toda la ciudadanía

Envie este Reportaje Version de impresion de este Reportaje Publicado el 27 de Noviembre de 2013 Visto 363 veces
La consultora Sistemas & Redes, junto a la municipalidad de San Pedro de Atacama, realizaron el 8 de noviembre una reunión abierta a toda la ciudadanía, aunque enfocada a representantes de las comunidades indígenas. 
Esto en el marco del proyecto “Estudio de Prefactibilidad Construcción Sistema de Disposición Final de Aguas Servidas San Pedro de Atacama”. 

El objetivo de la reunión era entregar información sobre el avance de dicho estudio y además recoger sugerencias, contestar preguntas, etc. sobre el tema. 
Como origen de esta convocatoria, los funcionarios de la consultora mencionaron una reunión con el Consejo de Pueblos Atacameños, cuyo presidente los habría “autorizado” a convocar a las comunidades indígenas (¿?), razón por la que se habría puesto énfasis en invitar a dirigentes de dichas comunidades, además del público general.

Durante el desarrollo de este proyecto, ya se han realizado dos reuniones informativas, abiertas a toda la comunidad, el 13 y 14 de agosto de este año. En ambos casos la asistencia fue muy reducida, del orden de las 15 a 20 personas. 

El proyecto finaliza el 30 de diciembre, fecha en la que se debe entregar el estudio a la municipalidad, que es la entidad mandante, para luego en los primeros días de enero dar a conocer los resultados a la ciudadanía. 

A partir de ese momento debiera comenzar el proceso de factibilidad y diseño de la planta, incluyendo verdaderas consultas ciudadanas y la aplicación del convenio 169. Esto según el cronograma entregado por la consultora y por Diego Aramayo, Encargado del Programa de Protección Ambiental, quien se encontraba representando a la municipalidad.

Esta reunión estuvo caracterizada por una bajísima asistencia, considerando el origen de la convocatoria. Solo llegaron 7 personas.
Aunque como veremos mas adelante, se cuestionó, por parte de los asistentes, la escasa participación y por ende, la legitimidad de la actividad, el personal de la consultora decidió de todas maneras realizar las dos presentaciones que tenían preparadas, para luego responder preguntas y realizar una encuesta entre los asistentes, además de una actividad por grupos, la que finalmente no se realizó, considerando la poca asistencia.

La primera presentación presentó las dos zonas elegidas como posibles emplazamientos de la nueva planta y explicó la metodología utilizada para definir estas opciones. También indicaron que la máxima distancia a la que puede colocarse la futura planta está determinada por la existencia del gasoducto que atraviesa la comuna, ya que por diversas razones técnicas y económicas, no puede sobrepasarse.

Finalmente se dijo que habría dos seleccionados, los llamados sitios sur-poniente y nor-poniente. Pueden ver en el mapa siguiente que ambos lugares se hallan bastante alejados del pueblo pero muy cercanos a los ayllus de  Solor, Cúcuter y Poconche. Puede descargar esta presentación (.pdf de 5.561 Kb) Aquí»»

En la segunda presentación, se mostraron antecedentes técnicos para revisar las opciones de plantas de Tratamiento. Se exhibieron las proyecciones de demanda para San Pedro de Atacama y antecedentes de opciones tecnológicas de tratamiento de agua servida. 

Puede descargar esta exposición (.pdf de 622 Kb) Aquí»»

Poca participación

Luego de las presentaciones se produjo una discusión sobre la relevancia de esta reunión con tan poca asistencia, tema que ya se ha discutido en muchas otras reuniones, ya que la baja participación se ha convertido en una tendencia en las actividades de este tipo en San Pedro. 

Durante este intercambio, se solicitó a la Consultora y a Diego Aramayo que se buscara la manera de no solo mejorar la convocatoria para próximos encuentros, sino que además se difundiera los resultados del estudio hasta la fecha y el estado en que se encontraba, considerando que en una materia de tanta importancia, es necesario que la ciudadanía tenga la mayor cantidad de información posible.
Tanto la Consultora como la Municipalidad se comprometieron a esto.
Sin embargo, hasta la fecha de publicación (28 de noviembre) nada de esto ha sucedido.

En lo medular de la discusión, a pesar de la poca asistencia, se consiguió profundizar algunos temas y sacar a la luz algunos importantes detalles del proceso que viene.

¿Es necesario cambiar de lugar la planta?

Desde el proyecto, se indica que la planta actual debe cambiarse, porque “está superada en capacidad, especialmente en períodos de alta demanda, no puede absorber cambios de caudal y calidad del agua servida que recibe y está muy cerca del pueblo” (segunda presentación, pagina 14)
De esto se ha derivado la búsqueda de un lugar alejado del pueblo, para la construcción de la nueva planta. Sin embargo, si una objeción es que la planta esta muy cerca de un área poblada, ¿Será la mejor alternativa trasladarla a otra área poblada?
Sobretodo si durante la discusión, tanto el personal de la consultora como el propio Diego Aramayo, ante una consulta, indicaron que sería viable construir una mejor planta de tratamiento en el mismo lugar donde está la actual. Sólo que esa alternativa no aparece considerada en el estudio, aunque eliminaría dos factores que suben mucho el costo de la planta proyectada: El costo de la conducción por casi 8 kilómetros de las aguas servidas ($1200 millones), y el costo de adquirir un nuevo terreno ($120 millones). 
Sin contar el hecho de que, como veremos, los dos sitios elegidos se emplazan en territorio solicitado por comunidades indígenas.

Así que, si bien puede reconocerse la posibilidad de ampliar lo existente, como indicaba un miembro de la consultora, “es pasar sobre una de las premisas mas complejas que teníamos, que era alejarla lo mas posible de la mayor cantidad de población”

Sobre esa premisa, ya decidida a priori por la municipalidad, se explayó Diego Aramayo: “Hay que ver como está planteado el crecimiento urbano. Esto también tiene que ver con la ubicación actual de la planta. Primero, va a quedar dentro del plan regulador.  Y si hay un crecimiento habitacional, porque hay gente que tiene terrenos cerca de la planta, también va a ser un conflicto mayor. Ahí también entran las exigencias sanitarias y otro marco regulador que también hay que considerar. Siempre se pone en la balanza, un vertedero, una planta de tratamiento, son causalidades que tiene el mismo riesgo de ocasionar daño a la población y en este caso, ¿que prefieren? Podemos ampliar la que está. Voy a ser súper concreto en lo que digo: Podemos ampliar lo que existe. Se puede… hay viabilidad… pero si hay una contingencia… ¿Dónde provoco menos daño?... que esa es una pregunta que nunca hay que dejar de considerar. En ese caso si la coloco detrás de Solor o en un lugar donde puedo tener una emergencia, puedo tener un impacto ambiental, pero no voy a tener un daño a la población” (énfasis nuestros)

Es decir, la decisión de alejar la planta de tratamiento tiene más que ver con un hipotético crecimiento urbano hacia el sur (que podría ser detenido con el plan regulador) y en consideraciones de costo/beneficio en que se pretende, en caso de “contingencias” afectar a menos población. 

¿Cuanto se está realmente dispuesto a gastar?

Se indicó que el estado, que es quien financiará la obra, puede no necesariamente elegir la mejor solución en términos solamente técnicos, sino también en términos económicos. Es decir, la más barata. Las cuatro alternativas indicadas como posibles se acercan a los $2.000.000.000 (segunda presentación, pagina 29) Esta afirmación también despertó suspicacias entre los presentes, ya que existiría incluso la posibilidad que el proyecto final se presente como “modulable”, es decir construida en módulos o etapas. Aunque nadie podría garantizar que los fondos para próximas etapas estuvieran disponibles. Por esta misma razón el personal de la consultora indico que ellos de hecho recomendarían una inversión de una sola etapa, que prevea el crecimiento futuro de san Pedro. Como recalcó un asistente, si se van a gastar 9 mil millones en un nuevo museo, ¿como no se van a poder gastar 2 mil o más millones en una cuestión que es mucho más vital y necesaria para una buena calida de vida?

Por otro lado, si se va a preferir soluciones más económicas, eso explicaría la intención de alejar la planta de los centros mas poblados. Mientras más barata la solución, más posibilidades de “contingencias”

¿Qué beneficio hay para los que tendrán que cargar con la planta?

Entre los asistentes, había dos representantes de Solor, los que manifestaron que esa decisión de trasladar la planta hacia los ayllus tampoco parecía muy satisfactoria para quienes viven en ellos, ya que si bien la población de San Pedro iba a ser muy beneficiada por este cambio, a ellos no solo los iba a exponer a riesgos de malos olores, vectores (moscas, ratones, zancudos, etc.) sino que esta exposición iba a ser a cambio de nada, ya que esta futura planta no iba a ser de ninguna utilidad para ellos. 
Aunque el personal de la consultora manifestó que existiría a largo plazo una posibilidad de que los ayllus, al menos los cercanos a la planta pudieran contar con alcantarillado, esta afirmación fue recibida con escepticismo y esa posibilidad no fue avalada por el representante de la municipalidad. 

Se le manifestó a la consultora y a Diego Aramayo que la instalación de estas plantas en territorio de los ayllus, debía al menos ser negociado con las comunidades respectivas. Diego Aramayo indicó que ese no era el tema de esta reunión ni del proyecto actual, que es solo de prefactibilidad y que en el futuro, las negociaciones no serian en todo caso con la municipalidad, sino con la entidad a cargo de la construcción del proyecto. Muy probablemente Obras Hidráulicas.
Ante esto, se les indicó a él y a la consultora que estaba claro que no era tiempo de negociaciones, pero si el objetivo del proyecto actual era entregarle a la municipalidad un estudio de prefactibilidad, el hecho de que al menos la comunidad de Solor se iba a oponer a tener esa planta tan cerca de ellos, sin ninguna compensación o seguridad, era un dato del que debían dar cuenta.

La ingeniería va a ser aplicada por chilenos

En esta misma línea, se indicó por parte de los asistentes, que más allá de las causas del mal funcionamiento actual de la planta existente, que tenia que ver además con el crecimiento desmesurado del pueblo, se temía que el trasladar la planta lo mas lejos posible podía eventualmente hacer menos estricto el funcionamiento de la nueva, ya que si había problemas o “contingencias”, como las llamó Aramayo, estas afectarían a menos personas. El personal de la consultora indicó que en general estas obras se hacían con la mejor disposición de hacer algo de calidad y que durara lo más posible sin percances. Ante esto se les pidió que recordáramos que esta obra se iba a realizar en Chile y no en Alemania, y que los mismos problemas de mala planificación, mala ejecución y mal uso de la planta no se iban a erradicar de la nueva por el solo deseo de hacer algo mejor. Se consultó sobre la posibilidad de establecer seguros sobre contingencias, o multas para los operadores (que sería el CAPRA) en caso de fallas que perjudicaran a los vecinos de la planta. También la consultora quedó de consignar esto en sus informes, para que se considerara en el momento de elaborar el proyecto definitivo.

Conclusiones

La reunión pretendía entre otras cosas, establecer cuales eran las prioridades que la gente le asignaba a diversos factores que están envueltos en la instalación de una planta de tratamientos de aguas servidas. Finalmente se concluyó que prioridades son la seguridad de la planta, la no generación de contaminación y vectores, la no afectación del medio ambiente. Sobre todo teniendo en cuenta la experiencia hasta la fecha.

Se terminó avisando que habría una siguiente reunión a fines de noviembre o principios de diciembre. Esperamos que esta sea con mayor convocatoria.Porque si entre los objetivos del estudio de prefactibilidad está el involucrar a la ciudadanía en la toma de decisiones, las reuniones hasta ahora han sido un fracaso.

En las presentaciones de la consultora, (presentación 1»», presentación 2»»), se puede encontrar algunos datos interesantes para posteriores discusiones, como las proyecciones de consumo y por  ende de población de San Pedro de Atacama hasta el año 2030, las razones para establecer hasta que distancia del pueblo puede colocarse la planta, los criterios a utilizar para evaluar la solución tecnológica elegida, etc.

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