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CAPRA a la justicia

Envie este Reportaje Version de impresion de este Reportaje Publicado el 27 de Agosto de 2018 Visto 378 veces
Sida Herrera y Jaime Coria
Eric Nuñez (DOH) en la asamblea del 28 de julio.

Este es el texto del articulo publicado en la revista Chululo N°1, a principios de agosto. Vamos a ir publicando los artículos aquí y en el sitio Web, ahora que ya viene el n°2, a salir el 3 de septiembre.

ACTUALIZACION

Nuevos acontecimientos respecto a la situación del CAPRA, en el artículo:

La extraña asamblea “autoconvocada” por Marcela Ramos, Sida Herrera y Ada Aramayo.
¿Para no entregar el balance 2017? ¿Para salvarle el trabajo a un familiar? ¿Para…?

Que pueden leer en el sitio web AQUI >>

O en la nota del Chululo en Facebook AQUI >>

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En razón de las múltiples irregularidades detectadas en el funcionamiento del Comité de Agua Potable Rural (CAPRA), se presentó una denuncia ante la fiscalía, por posible malversación de fondos, o apropiación indebida de fondos, la que fue acogida. Así que tendremos una amplia investigación de la justicia para encontrar a la o los responsables. Esto además llevaría a una intervención del SII, por alguna de las irregularidades detectadas.

Inexistencia del balance 2017, no pago de operación renta, sospechosos pagos por medio de factoring, uso de cheques personales del administrador, pagos sobredimensionados, etc. son algunas de las situaciones que llevaron a la directiva recientemente electa a esta medida. 

Esperemos, por el bien de la administración de este elemento de primera necesidad, que la justicia pueda aclarar y determinar si hubo dolo y quienes serian los que los cometieron.

Esta es una de las últimas acciones del nuevo directorio, cuya elección fue anulada por el Tribunal Electoral Regional (TER), debido a que no estaban en orden los libros de registro de socios y la comisión electoral tenía tres integrantes, cuando debieran haber sido cinco. Esto generó una particular situación, considerando que esta nueva directiva fue objetada por el TER, pero las anteriores ni siquiera tuvieron existencia legal, ya que ninguna elección anterior fue enviada a la consideración de dicho tribunal.

Esta directiva había sido elegida en marzo de este año, con Rubén Martínez como presidente, Macarena Suárez como secretaria, Mauricio Ramos como tesorero y Sida Herrera como directora. Esta última nunca estuvo, ni está, al cierre de esta edición, muy conforme, e incluso intentó recurrir contra la elección en el TER, aunque no se tuvo en cuenta su reclamo en el tema de la anulación. 

El 28 de julio se realizó una asamblea de socios en la sede de la junta de vecinos N°1, en la que se informó del fallo del TER, además de aclarar la situación para el manejo del Capra en los treinta días (que podrán prorrogarse otros 30) en que se pondrán al día los libros y los detalles que encontró el tribunal y se llamará a nuevas elecciones. La asamblea entregó el manejo de la organización a la directiva electa en marzo, convirtiéndola en una directiva provisoria hasta que pueda asumir la que se elegirá, esperamos que sin más problemas legales, en un futuro próximo.

También en la asamblea se eligió a los otros cuatro integrantes de la comisión electoral, ya que la anterior presidenta, Bárbara Reyes, continuó en ese cargo por decisión del TER, que la comisionó además para convocar esta asamblea.
Además, en esta asamblea estuvo presente Eric Núñez, de la Dirección de Obras Hidráulicas, que es la entidad que según la ley de Agua Potable rural, es la encargada de intervenir y apoyar en caso de necesidad, el trabajo de organizaciones como el Capra.

En el corto tiempo que la directiva nueva pudo funcionar (el certificado de vigencia se le extendió de parte del municipio a mediados de abril), además de los temas administrativos y financieros detectados, se encontró también con una crisis operativa, que se reflejan en cuatro sumarios sanitarios que, si la autoridad no tuviera claro la crisis ambiental que produciría, hubieran llevado al cierre de la planta de tratamiento de aguas servidas (PTAS)
Esto motivó contactos con la Secretaria regional Ministerial de Salud, que llevó a un convenio por el cual se generó un programa de aseguramiento de la calidad del agua, de modo de garantizar a la población que esta bebiendo agua realmente potable.

También debe generarse un proyecto de ampliación de la planta de producción actual, que no da abasto para las necesidades actuales, menos para las futuras, de San Pedro.

Además, se comenzaron conversaciones para llevar al diseño e instalación de una nueva PTAS, considerando que la actual está colapsada, dado que se diseñó para un flujo mucho menor. Para eso, la Comunidad Indígena de Coyo, en una decisión de su asamblea, informó de su disposición de que algunos terrenos, dentro de sus reivindicaciones ancestrales de territorio, pueden ser usados para esa instalación.

Esto, sumado a cambios organizacionales internos, apunta a mejorar el servicio, pero no deja de hacer evidente la necesidad de cambiar el sistema de trabajo. Somos muchos habitantes ya para que la estructura de un comité de agua potable rural sea suficiente para los requerimientos de una población en constante crecimiento. Tampoco somos tan grandes para que un sistema concesionado, como el de Calama (que tampoco es una maravilla), se pueda implementar aquí.
Esos son los temas que no solo el comité, sino toda la ciudadanía, el gobierno y quien sabe si alguna vez el municipio, deberían abordar en el más corto plazo posible.

Esperemos que una nueva directiva, por primera vez en la historia del comité, legalmente establecida, pueda llevar adelante esos desafíos.

¿Y el agua en las localidades?

Allá por 2011, en el primer reportaje que publicamos en el chululo.cl, hablamos del fracaso de la planta de osmosis inversa que abastecería de agua potable a Socaire. Debido a un mal diseño. Del municipio de la época. 
El 2012, se inauguró con bombos y platillos una planta piloto de tratamiento en Camar. Berna y las autoridades de la época brindaron con agua de la planta. Simbólicamente, porque que según nos contaron los lugareños, el agua la había llevado en bidones, ya que la planta no funcionaba. Y nunca funcionó. 
Hoy no hay agua potable ni en Camar ni en Socaire. Para que hablar de los problemas en Toconao o en Talabre. En Río Grande o Peine.
Al menos Machuca tiene un mejor futuro, según declaro informalmente la CORE Sandra Berna, que le estaría gestionando un proyecto a la comunidad indígena de la cual es delegada, para que tuviera agua y alcantarillado.
¿La principal responsabilidad?
La Dirección de Obras Hidráulicas y el municipio. El antiguo y claro, el actual.
Pero esto ya requiere un reportaje completo, que esperamos pronto tener por aquí.

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