SQM: Menos vecinos, más amigos. (I)

Envie este Reportaje Version de impresion de este Reportaje Publicado el 18 de Noviembre de 2020 Visto 386 veces
EL despliegue
¿El obstáculo principal?
Chicas AMA 1
Chicas AMA 2
Chicas AMA y 3

Años atrás, en el 2015, escribíamos sobre la relación entre la empresa SQM y este territorio:

“… Como decíamos al principio, convivir con una minera es complicado. Los hechos demuestran que, como cualquier empresa, el principal objetivo de la compañía es salvaguardar sus intereses, es decir, los intereses de sus dueños. Que en este caso el dueño sea el cuestionado Ponce Lerou, no parece el dato más relevante. La falta de escrúpulos no es privativa de este personaje. Que por lo demás, personalmente, no aparece por esta zona con frecuencia. Y si ha venido por aquí alguna vez, no nos hemos enterado los simples mortales.
En la primera parte, revisamos el código de ética de SQM. Parece que debieran revisarlo más seguido. Y aplicarlo.
La convivencia con SQM es complicada, pero no solo con ellos, recordemos que hay varias otras mineras operando aquí.
 La asimetría entre el poder económico de una empresa minera y la comunidad es, en el sistema neoliberal en que nos movemos, una eterna fuente de conflictos. Ya vemos que en el caso de los políticos, le resulta más barato a la empresa comprar favores que hacer las cosas por lo derecho…
Pero si compran favores en ese nivel, ¿como no lo harían en este? …
La cuestión es, y si nos enteráramos que SQM ha pagado en parte o totalmente la o las campañas de nuestra alcaldesa ¿Qué? ¿Haría eso una diferencia? Incluso eso podría ser feo, pero aún legal…
Y si nos enteramos que han pagado, directa o indirectamente a dirigentes de comunidades indígenas ¿Qué?
No nos vamos a deshacer de SQM. Pero quizás podríamos aspirar a una convivencia mejor. Siempre podemos soñar…”

Recordemos una de las principales quejas contra la empresa: “son cagados”, en palabras de uno de los 7 candidatos a la alcaldía el año 2012.
Esto, en uno de los debates en la radio Toconao. La queja no era que depredan, ni que dañan el ambiente, ni que nos importe su oscuro origen desde la siniestra dictadura… no. Es que no se ponen con plata.

El dato que entregó ese candidato era que el año anterior SQM había colocado 40 millones de pesos en un concurso de proyectos para organizaciones sociales. Y eso sería todo. El candidato no salió elegido, pero sus contendores se mostraron de acuerdo con lo dicho. La solitaria candidata no indígena, Angélica Caballero, fue la única que se manifestó en contra de la empresa por razones éticas, ambientales, históricas, etc.

Esa era la percepción que se mantenía por esos días,  cuando publicamos una serie de reportajes y la llamamos “Vecinos y ¿amigos?” Pueden ver esa prehistoria AQUI >>

Siete años después, el discurso y las acciones de SQM parecen ir una dirección completamente diferente: hablan de integración, sustentabilidad, cumplimento de estándares, etc. Y ya no son millones de pesos, sino de dólares.

¿Que quiere SQM?

Alargar su concesión en el Salar.

El negocio de SQM, era bueno y rentable, aunque modesto dentro del universo minero. Pero si usted repentinamente multiplica por 10 sus ganancias, ¿no querría seguir usufructuándolo?

Como en el pedir no hay engaño, decía mi abuela (no la atacameña), ya el gerente de SQM, y sus ejecutivos, iniciaron una ronda de conversaciones con personeros del gobierno de Chile.

El gerente general de SQM suma siete reuniones con autoridades del actual gobierno

Además, en esta ronda de conversaciones, la compañía presentó su proyecto Salar Futuro, una propuesta en la que invertirán US$ 1.500 millones que considera, entre otras cosas, la reducción del consumo de agua en el Salar y la creación en Chile de una planta para fabricar baterías de litio.

Proyecto de 1.500 millones de dólares de SQM busca producir litio con uso cero de agua dulce

En septiembre, esta proposición recibió una desabrida respuesta de CORFO:
“El futuro de la explotación del litio en el Salar de Atacama será definido en el marco de una política nacional”

Corfo responde a SQM

Para octubre, ya se levantaron algunas alarmas en el mercado, desde que un informe de Morgan Stanley puso sobre la mesa el tema que hasta ese momento estaba medio soterrado: Que SQM tiene la concesión solo hasta el 2030 y que no está fácil que se le renueve.

En este contexto, varias opciones alternativas estarían sobre la mesa, de acuerdo a analistas: que SQM deba competir en una futura licitación pública contra otros actores para que el Estado de Chile obtenga al operador más competitivo; que SQM se embarque en una empresa conjunta (joint venture) con la futura Empresa Estatal del Litio, de manera que comparta propiedad con el Estado en nuevos proyectos o en el mismo Salar de Atacama, o que se realice un proceso de licencia para operar el litio en Chile en nuevos Salares y que SQM pueda obtener alguno.

Según el artículo, hasta posibles presiones de China podrían entrar en juego para obligar al estado a renovar el contrato. ¿El mayor obstáculo? Ponce Lerou

Donde parece haber más claridad es en que, sin el Salar de Atacama, la valorización bursátil de SQM caería drásticamente. Morgan Stanley calcula un desplome hasta US$ 25 por ADR (este viernes sus acciones cotizaban a US$ 90 por ADR) si es que la empresa no renueva el arrendamiento del Salar.

Un SQM sin el Salar de Atacama entra en los escenarios del mercado

El impacto de este niño gritando que el emperador está desnudo fue tan fuerte que el propio Ponce Lerou debió salir a rescatar las acciones para evitar una baja.

Julio Ponce sale al rescate y compra acciones de SQM tras negativo reporte de Morgan Stanley

Así que  nos acercamos al fin de la etapa de SQM en el Salar. Si no hay cambios, la compañía debería estar entregando la concesión dentro de 7 años, que en tiempo minero es como decir mañana a la hora de almuerzo.
Desde esa circunstancia, además, se entiende la renovada actitud de la empresa en el territorio.

Es que ahora que pueden dejar de ser nuestros vecinos, se han puesto más amistosos.

Ahora si hay plata

Hace rato que SQM está trabajando en la dirección de renovar esa concesión.

Como buena empresa, lo está haciendo a través del mecanismo más obvio: la inyección de recursos, muchos recursos. Además, este ciclo de ingresos que los tienen aportando más plata al Estado que Codelco, les permite disfrutar de una gran caja con la que trabajar.

No podemos comparar este proceso con la gran crisis del 2015, con el reventón de las platas pagadas a los políticos. Sabemos que hoy los estándares y las exigencias son distintos, y que no debieran volver a pillar a la empresa manejando platas oscuras.

Pero el despliegue de marketing ha sido evidente y sin precedente en la compañía.

Luego que Albemarle, que generó un acuerdo (cuando aun se llamaban Rockwood) con las Organizaciones llamadas Comunidades Indígenas (Olci) y la Asociación Indígena Consejo de Pueblos Atacameños (AiCPA) el año 2016, SQM comenzó un proceso de renovación interna y de nuevas políticas de relación con el territorio y sus habitantes. Al menos con los indígenas, ya que hasta ahora los aportes de la minera benefician solo colateralmente a todos los residentes.

Desde la Farmacia popular en San Pedro, hasta el financiamiento del Centro de Pensamiento Atacameño, pasando por las unidades de atención dental y la AMA, ahora SQM ha estado destinando muchos recursos y dejando atrás el calificativo que les puso el antiguo candidato a alcalde.

La iniciativa Alianza de Mujeres Atacameñas (AMA), por ejemplo, entregó a mujeres indígenas atacameñas 1.5 millones de pesos, sin mayores obligaciones ni exigencias. Un regalo prácticamente. La condición era que sea atacameña y habitante de la comuna de San Pedro. Además del reparto, que según algunos llegaría hasta a mil mujeres, esta iniciativa se hace notar por las mujeres líderes convocadas por la empresa, varias de ellas antiguas y notables opositoras a la minería del salar: Mirta Solís, Marcela Ramos, entre otras.

Representantes y lideresas del Salar de Atacama conformaron Alianza para la Mujer Atacameña

El resultado neto del despliegue de recursos, hasta ahora, es que si hace un año costaba encontrar a gente dispuesta a trabajar en proyectos financiados por la minería en general y sobre todo financiados por SQM, hoy es difícil encontrar a alguien que no estire la mano en cuanto se menciona que podría haber fondos disponibles. Las reticencias de hace dos años se han ido convirtiendo en “como voy ahí”, “de cuanto estamos hablando” o “creo que merezco (merecemos) una retribución adecuada”

Está por ver si esa nueva disposición a aceptar el dinero de la minera se traduce en un apoyo a la empresa en su intención de continuar en el Salar más allá del 2030. Y si ese apoyo puede servir de algo.

Adicionalmente, la bonanza económica, que puede ser de corto plazo, también ha despertado otras exigencias. Como la del Sindicato Nº 1 de Supervisores Interempresa del grupo SQM, que pasó de tener 53 socios a tener más de mil, para exigir un montón de mejoras incluyendo un aumento de sueldo y bono de término de conflicto. Ahí nos enteramos de que sus sueldos son 30% más bajos que su competidor Albemarle. La respuesta de SQM? Un rotundo No.

Supervisores de SQM crean nuevo sindicato y amenazan con huelga ante rechazo de propuesta

Son los problemas de tener mucha plata.

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