Revista semanal del Chululo (10 de mayo 2020)

Madre tierra, patta o’hiri. Esa fue la primera.

Luego viene la madre de sangre; la que te llevó nueve meses, la que al día de hoy para tu cumpleaños aun se queja de lo grande que era tu cabeza y mas encima te sacaron con forceps (eran los 60, las cesáreas no eran nada comunes)
Hoy es el día de la madre. Nosotros también tenemos una, y la amamos entrañablemente (tenemos nuestro corazoncito, aunque algunos no lo crean) y saludamos a la nuestra y a todas las que conocemos y a las que no, también.

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La feria va. Aquella que en principio se había fijado para el 7 de mayo, día del pago de los abuelos, finalmente se hará mañana lunes. A pesar de oposición del concejo municipal, la mayor parte de las organizaciones civiles, la mesa social ciudadana, casi cualquier persona a la que le pregunten y la mayor parte de los usuarios de las redes. Basado en un “me lo han pedido mucho”, que ya sabemos no significa nada en un nivel político.

Se va a realizar contra viento y marea, con la participación de comerciantes de Calama y algunos locales. Se supone, porque en realidad no conseguimos informarnos bien de quienes van a ser los locatarios que intervendrán. Se está empleando la justificación de que “facilitará el abastecimiento de las familias, evitando que viajen fuera de la comuna”.

En realidad San Pedro no tiene, hasta ahora, un problema de abastecimiento. El problema es de dinero. Quizás el alcalde no se ha percatado de la cantidad de personas que están vendiendo enseres, bienes más o menos grandes y cuantos están vendiendo pan, dulces, empanadas, etc. Ni cuantos se han dedicado al comercio y el “delivery” informal de mercaderías varias, incluyendo algunas ilegales.

Cuanta gente que está tratando de generar plata con mayor o menor fortuna. El alcalde, es obvio, no se ha enterado de que no tenemos un problema de abastecimiento, sino de generación de recursos.

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Insistimos en una tesis que ya planteamos en la edición anterior de esta revista:

¿Quién realmente quiere que se haga esta feria? Como el experimento de Lavín y el Apumanque, al que llegaron 7500 personas. ¡7500 al Apumanque, que en realidad está más pasado de moda que las polainas! El Apumanque que es como el mercado popular de Las Condes. Algo así como la feria de los abuelos, a la que uno no iba por su baratura, ni por sus abarrotes y verduras. Iba por el roce social y por las novedades, por el “galón” de gas a 20 mil o menos, por las puertas usadas, por la ropa usada, por ver al amigo ese, etc. Un acontecimiento social. Una necesidad de consumo para la que hemos sido duramente entrenados.

Quizás el experimento sea ver si también a esta seudo feria de los abuelos llega más gente de la que debiera por la mera necesidad de abastecerse. Quizás me esté poniendo un poco paranoico. Pero piénsenlo. A alguien le urge abrir luego San Pedro para el turismo.

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Quizás el alcalde no se ha enterado de la verdadera necesidad económica de los sanpedrinos, porque como efecto más inmediato de la ampliación de las planta de funcionarios municipales que está impulsando (pasaremos de 22 funcionarios a 96) y que es unos de los temas que ha indicado en su cuenta publica, él y sus directivos principales van a recibir sustanciales aumentos de sueldo. En su caso, de algo menos de 4 millones a algo menos de 6 millones.

Así es fácil no percibir la falta de recursos que pueda tener el sanpedrino común. Ya revisaremos esto con mayor detalle. Estamos recordando ahora la cuenta pública, aunque es noticia de la semana pasada, porque este domingo 10 salió en el Mercurio de Calama un inserto, edición especial del municipio, con un resumen de la cuenta, bien cargado a la publicidad, con cuatro páginas a todo color. No sabemos cuanto costó esto, pero no es poco. En dicha propaganda no hay ninguna mención a la situación crítica que vivimos.
Pueden ver el diario AQUÍ >>

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Para terminar con el municipio. En un movimiento más bien absurdo, el alcalde desalojó a los concejales de la oficina que mantenían frente a la plaza. Esta oficina la utilizaban desde el gobierno de Sandra Berna. Es un hecho de que la municipalidad tiene serios problemas de espacio y hacinamiento de sus funcionarios, pero hoy en día la mayor parte de los funcionarios están trabajando desde sus casas.

Esto parece más una pataleta malcriada, porque el alcalde es responsable, según la ley de municipalidades, de proveer a los concejales de un espacio de trabajo adecuado, aunque sean de oposición a el y aunque estén, como el insiste, “obstaculizando permanentemente su trabajo”.

Este tema de la relación alcalde-concejales es más complejo como para desarrollarlo acá, pero prometemos hincarle el diente en cuanto tengamos un tiempito. Por ahora los concejales están atendiendo en la plaza misma, bajo un toldo y con sillas prestadas. Y van a demandar al municipio por la arbitrariedad.

¿A quien le pasaron la oficina? A la dirección de seguridad publica, conocida por su eficiencia bajo la dirección primero de Misael Navarrete Puca, despedido por oscuras razones,  y ahora de Rubén Zambra.

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Otra vez hay ruidos de dirigentes en el Comité de Agua Potable Rural de San Pedro de Atacama (Capra). ¿Reajustes de tarifas, solución para las cuentas, planes para el complicado futuro, negociación con el Estado para un posible subsidio o aporte? De eso no hemos sabido nada, pero si de enredos varios, que aunque llevan varias semanas, nos hemos resistido a publicar, por su irrelevancia y porque nos resultan aburridos a estas alturas.

¡Pero esta vez fue con gente citando a una asamblea! ¿Dónde está el jefe de plaza cuando se le necesita? 
¿No estaban prohibidas las reuniones de más de 5 personas? 

Difícilmente podemos hablar de un cambio real si aun en la crisis continuamos con maniobras oscuras e ilegales, que por lo demás son la constante en la historia de esta organización.  ¿No se puede esperar que termine la crisis para hacer una asamblea y hacer las cosas bien? ¿Cuál es el apuro? Este pasar a llevar sus propios estatutos es el mal permanente de las organizaciones que nos proveen de bienes básicos. Así que, tomando el toro por los cuernos, tendremos que volver a la historia de esta organización.

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Durante la semana supimos que Peine, además de continuar cerrado, recibió la visita del jefe de Defensa Nacional de la FACH, Gral. José Miguel Aguirre, quien no solo NO los reprendió por el cierre sino que los felicitó y los puso como ejemplo de una comunidad que hace las cosas bien. Esta comunidad sigue pues cerrada, con una organización preocupada del abastecimiento de sus habitantes y aunque su proceso no ha estado exento de conflictos, está en calma, siendo un ejemplo de comunidad indígena enfrentando una crisis desde sus propias convicciones y acciones. Podemos estar de acuerdo o no, pero aquí hay un modelo de “hacer comunidad” que es interesante.

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Respecto al turismo… ¿Se acuerdan que esta era una comuna turística? ¿Un destino? ¿Premios iban, premios venían?
Hasta ahora no hay mayores avances en planificaciones o decisiones para el futuro. Todo sigue más o menos como antes. Este lunes se presentaría el Pladetur, que se ha trabajado por cuatro años. No sabemos como viene y si incluye el pequeño detalle de registrar que esta actividad está en el suelo. De todos modos este lo van a someter a una consulta indígena. Igual que la ordenanza municipal de turismo.

Sabemos que hay fuerzas que quieren una rápida apertura, la que naturalmente no depende de voluntarismos locales. Nada más interconectado y global que el turismo. Nada más neoliberal tampoco.

Pero hoy, mientras escribimos esta nota, la percepción es que nadie se ha dado por enterado de nada, el gobierno está entregando algunas ayudas puntuales, equivalentes en el mundo empresarial a las famosas cajas de víveres que da el municipio. Esto no está mal. Hay que hacerlo. Las empresas necesitan apoyo, como cualquiera necesita una caja con mercadería. Pero eso no enfrenta el futuro.

¿Por qué no estamos optimistas? Porque ya llegaron las consultoras. El viernes hubo una reunión virtual con todos los gremios para ofrecerles la posible elaboración de proyectos para elaborar protocolos sanitarios y generar una política de destino… ¡uf! Lo mismo de siempre. No hay un cambio de mirada. Las consultoras viene ganado plata en San Pedro desde el año 65, por lo menos. Y en realidad no han aportado mucho.

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Destacamos también lo bueno
Sigue el comedor para los necesitados levantado por el padre Néstor, que por cierto necesita de apoyo; el Mercadito Cooperativo a precio de costo sigue funcionando (¿Ese no será u modelo más inteligente, en vez de una problemática feria?), la fundación Tasnatur continúa trabajando en salud mental; la ONG Atacama Somos todos que sigue con actividades para poder generar ayuda a gente que la está pasando mal; comunidades indígenas que se han puesto con ayuda para los habitantes de sus ayllus (no decimos cuales ni de cuanto hablamos, por petición de ellas mismas); gente solidaria que han entregado alimentación sin pedir ni preguntar nada, etc.

San Pedro ha visto solidaridad y amor durante esta crisis. Lo decimos sin ironía.
El párrafo anterior es casi textual al de la semana pasada, lo sabemos. Es que esas acciones positivas continúan e incluso se multiplican. Sobre todo a niveles personales.

Recordemos que las crisis muestran quienes y como somos realmente.

Este resumen es apretado y con lo que consideramos más relevante, pero han pasado más cosas, las que pueden ver en nuestro sitio Web, donde tenemos noticias locales, recortes de la prensa, opiniones, memorias, chistes e incluso crucigramas…

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Está semana no hemos tenido más casos de Covid-19 en San Pedro, lo que no significa en ningún caso que podemos descuidarnos. Más bien lo contrario.

Antofagasta y Mejillones están en cuarentena. Hay rumores, probablemente falsos, sobre Calama en cuarentena. Esto de los rumores habla de nuestros miedos y ansiedades. Sabemos que la información gubernamental no es confiable. Sabemos que hasta ahora, en general, en términos políticos y económicos, estamos solos.

Cuidémonos más. Está en nuestras manos. Lo último que necesitamos, considerando los desafíos que enfrentamos, es que además nos enfermemos.