Doble discurso, o como sacar las castañas con la mano del gato

El 25 de noviembre, en el curso de la ceremonia de celebración del aniversario de la comuna, previo al desfile, la alcaldesa hizo un discurso bastante conciliatorio, llamando a la unidad de la población. 
Llamó a cuidar la comuna, mencionó el crecimiento y llamó a todos hermanos, diciendo que tenemos que estar unidos.

Llamó entonces la atención la imprevista lectura de una declaración publica de las comunidades indígenas para referirse al tema de las tomas, al final de la ceremonia, en una situación desusada en otras celebraciones.

Si bien en el momento esta declaración, leída por Elisa Yanjarí, presidenta de la Comunidad Indígena de Conde Duque, pero suscrita por varias comunidades, recibió algunos aplausos, también muchos de los llamados afuerinos se sintieron atacados y han expresado a este medio su molestia, sobre todo por la falta de consideración que mostraron las comunidades frente al drama humano que ese desalojo produjo, además de cuestionar la oportunidad de una declaración que en realidad no parece tener mucho sentido.

A continuación, la declaración leída:

Declaración pública
Posición de las comunidades indígenas atacameñas sobre las tomas ilegales

23 de noviembre de 2014

Hoy San Pedro de Atacama es uno de los principales destinos turísticos de Chile. Su imagen es promocionada tanto en medios nacionales como extranjeros los que resaltan su alto valor patrimonial y escénico constituyendo uno de los lugares que en la actualidad presenta una de las más altas tasas de visitación turística del norte grande de Chile.

Sin embargo, la imagen de este bello escenario se ha ido transformando a lo largo del tiempo producto de un fenómeno de capacidad de carga sobrepasada la que es resultados de varios factores, entre ellos la llegada de una creciente población flotante que fruto de su asentamiento en el territorio ha generado un fenómeno nocivo para la imagen turística de San Pedro de Atacama: “las tomas".

Como presidentes de las diversas comunidades indígenas que integran la zona de oasis de San Pedro de Atacama y ayllus hacemos esta declaración pública poniendo en énfasis lo ilegal de tal acción y el grave daño que esta generando en la fisonomía e identidad del territorio atacameño.

La ilegalidad de tal acción radica en el hecho de no respetar y vulnerar los instrumentos de planificación territorial que han sido diseñados para el territorio (pladetur, pladeco, plan regulador, normativa de zona típica-ley de monumentos nacionales). 

La fisonomía de nuestro territorio se ha visto profundamente alterada producto del descontrol en la expansión territorial cuya responsabilidad no sólo depende de las autoridades de turno sino también posee responsabilidades compartidas con otros actores de la sociedad civil (junta de vecinos, comunidades indígenas, población san pedrina) y es por esta razón que hacemos este llamado a los ciudadanos nacionales y extranjeros a no replicar esta acción que realmente esta dañando y destruyendo nuestro patrimonio natural y cultural, especialmente el escénico que ha sostenido la industria turística que actualmente representa la gran fuente de ingresos de nuestra zona.

De esta forma, las comunidades indígenas que suscriben esta declaratoria hacen un llamado a los restantes miembros de la sociedad civil para frenar este fenómeno ya que las tomas no solo atentan y propician el desarrollo de focos de marginalidad y pobreza sino que también afectan la imagen turística de nuestro 

Siguen varias firmas

Comunidad atacameña de Conde Duque
Comunidad atacameña de Coyo
Comunidad atacameña de Catarpe
Comunidad atacameña de Cúcuter     

 ++++

Aunque el discurso de Sandra Berna fue conciliatorio, es probable que la declaración halla sido originada en una maniobra desde el municipio, sobre todo si consideramos que una de las principales impulsoras de esta maniobra fue Mirta Solís, funcionaria municipal y conocida dirigente de larga y conflictiva trayectoria, y persona muy cercana a la alcaldesa. Además de reconocida enemiga de los que ella llama “afuerinos”. Ella además, junto con Paola Piñones, directora de DIDECO, fueron quienes colocaron a la dirigente en el podio para que leyera el discurso

Por otro lado, el desalojo del día  fue muy mal ejecutado y necesariamente habría costos políticos que pagar por parte del municipio, que puso, innecesariamente, a disposición de la gobernación maquinaria e incluso funcionarios municipales, uno de los cuales incluso terminó detenido, por un incidente con carabineros. Agregando el hecho que los más afectados son una pareja que incluye a una mujer que perdió su bebe en gestación y que paradójicamente, es una educadora que trabaja para el DAEM.

Esos costos, merced a la hábil maniobra de la alcaldesa, recaen entonces en las comunidades indígenas, que aparecen, con o sin razón, como los principales impulsores de los desalojos.

Todo esto en u momento en que la antigua rivalidad entre atacameños y “afuerinos” parece haberse reavivado, merced a esta y otras acciones de ambos lados.

Finalmente, habrá que preguntarse a quien le conviene que la sociedad civil, como la llaman en esa declaración, se divida.