San Pedro ¿se organiza?

Envie este Reportaje Version de impresion de este Reportaje Publicado el 04 de Abril de 2020 Visto 362 veces

Ya hablaremos más largo y tendido sobre el derrumbe de San Pedro, la chocante experiencia de como se nos cayó el castillo de naipes en solo 5 días.

Ahora, en momentos de incertidumbre como este, mejor atendemos a como se ha ido levantando una nueva organización, basada en las antiguas y nuevas entidades que existen hoy en este pueblo.

Históricamente, este pueblo siempre se organizó en torno a agrupaciones comunitarias. Juntas de vecinos, grupos de amigos, juntas de adelanto o como quieran llamarlo, mucho antes de que llegara el concepto de comunidad indígena, llevaron a cabo numerosas obras y sobrepasaron complejos desafíos, como muchos de los habitantes mas antiguos podrán recordar.

Históricamente, el gobierno central nos prestó la menor atención posible y cuando lo hizo, las respuestas no siempre fueron muy adecuadas. Material para otra conversación, también.

Algo de ese antiguo espíritu comunitario está en las iniciativas que se están desarrollando hoy, ante la crisis que vivimos. Crisis que no es solo de salud, sino sobre todo económica y hasta de sentido y futuro. También sobre eso vamos a hablar más adelante.
Hoy, ante un gobierno central que no da respuestas ni básicas siquiera, y un gobierno (es un decir) local que brilla por su ausencia, vemos iniciativas que nos hacen sentir cierta esperanza por el futuro.

La Mesa Social Ciudadana

Después de un frustrado concejo municipal extraordinario solicitado por los concejales al comienzo de la crisis, el 23 de marzo, al que no asistió el alcalde, representantes de las diversas entidades que si asistieron elaboraron una primera carta de solicitud (puedes verla AQUÍ >>)

Esto fue el germen de la mesa social que se formó, con más entidades sumándose y en la que se le pidió al padre Néstor Veneros, párroco de San Pedro, que se hiciera cargo de la representación, como una figura que suscita consenso y unidad, que es lo necesario en estos momentos.

Formada principalmente por las concejales María Teres Véliz y Ana López, la ONG ATST, ASGAM (Atacama somos todos), San Pedro proactivo, Asociación Regantes San Pedro, JJVV Lickanantay, Cámara de Comercio y Turismo, Agrupación de hospedajes y turismo, Proguias, Astroloa, Centro Padres y Apoderados E-26, Cooperativa de Turismo San Pedro de Atacama, Consejo Pueblos Atacameños, Capra, Cespa y la Parroquia San Pedro de Atacama, según indican en la carta que le enviaron al intendente Blanco el 30 de marzo. (Puedes verla AQUÍ >>)

Sus objetivos, enunciados en esa misma carta son “…poder trabajar en conjunto para poder llevar acabo la prevención minimizando la posibilidad de contagio. Como también evitar la incertidumbre la inseguridad que lleva al caos social.”
Hasta el cierre de esta nota, la mesa estaba realizando las siguientes iniciativas concretas:

Un mercado cooperativo, en la sede de la Junta de Vecinos Lickanantay, para vender productos de primera necesidad a precios bajos.

Un programa de salud mental para enfrentar las secuelas mentales relativas a la Pandemia, para ello se diseñó un programa integral de apoyo psicológico que incluye prevención, promoción y tratamiento, el cual comenzó a operar, progresivamente.

Un comedor solidario para gente en situación de calle, que está coordinado por la parroquia de San Pedro.

Catastros de afectación económica a los independientes y a las PYME que no se encuentran asociadas a la Cámara o Gremios. Ese registro ya fue elaborado y está en proceso de sistematización

Gestiones ante Cepsa y Capra, y en apoyo de estas entidades, para conseguir que el estado subsidie estos servicios básicos.
Sobre estas actividades y otras que vayan surgiendo, estaremos informando lo más oportunamente que podamos.

El gran ausente, es el alcalde Aliro Catur (Al menos hasta el cierre de este artículo).

Por otro lado, se recibió una respuesta del intendente, que pueden ver AQUÍ >>

Las comunidades indígenas y organizaciones territoriales

Por ahora, la tendencia general en las comunidades, sobre todo de localidades más alejadas, es a cerrarse y encerrarse, atendiendo al justificado temor de una expansión del virus. Tenemos ya el caso de Peine y Río Grande que han cerrado el paso a sus localidades. Sabemos de otras que están evaluando acciones similares.

También algunas están apoyando económicamente a algunos de sus socios.

Por otro lado las juntas de vecinos que ya estaban activas antes de la crisis, están dando respuesta o buscando dar respuesta a las necesidades de sus socios con mayor o menor énfasis según sus posibilidades.

Por otro lado estamos presenciando como algunas iniciativas personales se están desarrollando desde la gente que ha quedado más precarizada, como son la mayor parte de la gente que trabajaba informalmente en turismo, que conformaban, no nos sorprende saberlo, la mayoría en esta “industria”. La más notable es la elaboración de un catastro de personas que han quedado desamparadas ante la caída económica de San Pedro. Este catastro es el que ha llegado a la mesa social ciudadana.

Finalmente

¿A que nos llevará esta organización? Esperamos que a un futuro más interesante para nuestro pueblo. No importa cuanto dure esta crisis sanitaria, va a pasar.

Pero la recuperación de San Pedro no será solo de las secuelas médicas que nos queden.

¿Volvemos a levantar el castillo de naipes, si es que eso es posible?
¿Tendremos alguna posibilidad de discutir, de planificar, de decidir desde acá como queremos levantar nuestra economía, una cuestión fundamental que estamos aprendiendo de la manera más dura que es?

Si tenemos una organización viable, será porque podremos sostener no solo la emergencia y las necesidades actuales, sino también los desafíos del porvenir. Para bien y para mal, está en nuestras manos.

 

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