Sandra Berna, Luces y sombras
18 años de alcaldesa

Un análisis, básico y simple, limitado e incompleto, de una realidad muy compleja: El gobierno de Sandra Berna Martínez... Un punto de partida para estudios más profundos, en el futuro...

Envie este Reportaje Version de impresion de este Reportaje Publicado el 06 de Noviembre de 2011 Visto 1075 veces
Como muchos otros hijos de familias sampedrinas, Sandra Berna Martínez nació en Chuquicamata, el 7 de abril de 1954. Hija de Don Teodoro Berna Martínez y de Doña Olga Martínez, llegó a radicarse definitivamente en San Pedro de Atacama el año 1976, cuando tenía 22 años.

Los habitantes más antiguos la recuerdan como funcionaria de la Compañía de Teléfonos. Como ella misma dice: “y a la gente darle también las gracias por darme esta oportunidad de estar acá. Si no, (todavía) estaría trabajando en la Compañía de Teléfonos...”.
Desde que llegó al pueblo, comenzó a desempeñarse como dirigente, llegando a ser presidenta de la Junta de Vecinos: “de muy joven que soy dirigente en San Pedro de Atacama, de los 22 años y...llevo años en esto.”

Ver entrevista a Sandra Berna Aquí »»

En el año 1992, en las primeras elecciones para alcalde después de la dictadura, se presentó como candidata a alcalde, como independiente en la lista del partido Renovación Nacional.

Aunque ganó, debido a las peculiares leyes dejadas por el gobierno de Pinochet, le tocó compartir los 4 años de mandato con la arqueóloga Ana Maria Barón, del PPD. Así, Sandra Berna comenzó a gobernar los últimos dos años de ese periodo.
Y ha seguido como alcaldesa desde entonces.
Desde la segunda elección, en 1996, como militante de la Democracia Cristiana.

Actualmente está en su quinto periodo como alcaldesa, y le falta poco para cumplir 18 años como tal.
 
Ahora, como lo ha confirmado, se va a presentar a una sexta elección. De ganar esta, podría completar un total de 22 años en el cargo.

Un momento tan oportuno como cualquier otro para hacer un análisis.

Antes de continuar, debemos recalcar que en Chile un alcalde tiene mucho poder en su ámbito local. Este modelo, creado por la dictadura, no ha sido modificado en lo esencial en todos estos años de democracia. Si bien existen los Concejos Comunales, sus poderes de fiscalización han sido muy limitados y en la práctica, se requerirían flagrantes actos de corrupción y abandono de deberes, además de concejales de gran coraje, para realmente poner en jaque a un alcalde. Evidentemente, ese no ha sido el caso de San Pedro de Atacama.
El otro organismo estatal con facultades fiscalizadoras en el caso de los municipios, es la Contraloría General de la República.

Detractores, partidarios, y un modelo de relación basado en la beneficencia

Sandra Berna ha sido acusada de muchas cosas, pero sólo en el cuchicheo sigiloso de los chismes y rumores. Nunca, hasta donde sabemos, ha enfrentado acusaciones directas, ante la Contraloría o los Tribunales de Justicia.
Pero es una figura controvertida, de eso no cabe duda. En sus propias palabras: “... no soy monedita de oro”

Sus detractores, de variadas índoles, no van a decirlo en forma pública. A pesar de que en privado, o en alguna conversación informal, nos explicaron largamente las razones que tienen para ser contrarios de Sandra Berna, también se negaron sistemáticamente a que sus nombres fueran expuestos. Algo que nos parece muy entendible.

Por otro lado, sus partidarios, que sí están dispuestos a mostrarse abiertamente, comparten una característica: Son gente agradecida. Siempre comienzan con un “yo le debo mucho...” o algo por el estilo, seguido por una historia de alguna donación, ayuda o favor que les ha beneficiado enormemente.

Los detractores, no todos, cuentan historias de peticiones rechazadas, de postergaciones y de cómo Sandra Berna les dio preferencia a otros sobre ellos.
Naturalmente, existen los críticos que hablan desde una posición más razonada, más política e incluso moral, y que pueden desplegar argumentos más o menos elaborados, pero son los menos.

En general, las aguas se dividen entre el cariño y el rechazo, según se haya recibido o no ciertos beneficios. De este modo, partidarios y detractores la validan como una persona con poder de otorgar favores. Alguien con quien no conviene enemistarse, además.

No haremos una presentación exhaustiva de los comentarios, negativos o positivos que hemos escuchado. Cada uno de los lectores puede hacer la pregunta ¿Qué piensas de Sandra Berna? a amigos y cercanos y conseguirá resultados parecidos a los nuestros.

No pretendemos validar tampoco las afirmaciones que recogimos. Un chisme, un “me contaron que...”, no son antecedentes confiables. Muchos datos servirán para iniciar alguna investigación, pero por ahora siguen en el nivel de rumor.
Las historias que se cuentan, en todo caso, y por esa misma cualidad de reservadas y secretas, llegan a ser casi míticas.

Un ejemplo: Sandra Berna trabajó en la Compañía de Teléfonos. Ese es un hecho. Desde ahí, entramos en terrenos más resbalosos. Según algunos de sus críticos, ella manejaba la central telefónica del pueblo y “Allí se enteró de muchas cosas, secretos, que le sirvieron después para su carrera política”
Que esta imagen, que parece copiada de una típica película sobre pueblo chico, tenga algún viso de verdad o no, a estas alturas no parece lo más importante. Lo importante es justamente su valor de mitología, a la hora de establecer la “leyenda” de Sandra Berna.

Resumiendo, todo indica que el modelo operante en San Pedro de Atacama puede atribuirse a lo que en política es conocido como clientelismo. (* Ver nota)

Esta forma de relación entre gobernantes y gobernados, el clientelismo, no es exclusiva de San Pedro de Atacama, por supuesto. Es sólo que, como alguien nos dijo, “Aquí se nota más, por el tamaño del pueblo”

En todo caso, en esta compleja relación entre la alcaldesa y la gente que gobierna, podemos mencionar, como antecedente a tener en cuenta, que excepto en la elección del año 2004, Sandra Berna nunca ha ganado por mayoría absoluta.

Ver resumen de los resultados electorales desde 1992, Aquí »»

Sandra Berna, política

Sandra Berna es una persona que hace muy bien su trabajo político. Maternal cuando quiere, dura cuando cree que debe, ella representa lo más cercano a un cacicazgo que puede permitirse la democracia en nuestro tiempo. Ella es inteligente y muy, muy experimentada.
18 años en el cargo y cinco elecciones en el cuerpo la convierten en formidable rival para quien quiera sacarla de su puesto.
Si bien no maneja una retórica demasiado brillante, ha sido capaz de sortear muchas dificultades con un discurso esencial: “Mi trabajo lo veo así. Más que como un trabajo político partidista, lo veo como un trabajo político de hacer cosas.”
Además de su apelación a valores que van bien con un pueblo pequeño... “Nos ponemos una camiseta, que se llama comuna de San Pedro de Atacama, y así hemos podido trabajar... (aunque) como una buena familia, uno tiene sus diferencias...”

También hay que considerar que ella, hasta donde sabemos, nunca ha enfrentado una verdadera y estructurada oposición y que el Concejo Municipal, donde esa oposición podría manifestarse, no tiene demasiadas facultades de fiscalización, y las pocas que tienen, los concejales no parecen muy dispuestos a usarlas.

Sobre sus gestos maternales, estos abundan. Solo una muestra: Cuando se refiere a las escuelas de la comuna, dice “Porque nosotros somos 8 escuelas y andamos siempre con nuestras escuelas... para todas, lo mismo.”

Sandra Berna usa, y muy bien hasta ahora, un sistema político que no ha tenido modificaciones de fondo en los 22 años que lleva funcionando. Excepto para ir dando cada vez más posibilidades de reelección a los alcaldes.

La gestión y administración del municipio

Cualquier persona que lleve tanto años en un cargo de este tipo, y con las facultades que le da nuestra ley, tiende a institucionalizar muchas formas de trabajo y desarrolla un sistema cerrado, como el que conocemos aquí: decisiones que se toman entre pocas personas o, en otras palabras, círculos de poder; un cierto descuido, en las labores administrativas, quizás por exceso de confianza y falta de crítica; una cierta rigidez para dar respuestas a las nuevas situaciones y a los cambios en el ambiente; una relación clientelista con la gente, por lo demás muy propia de sociedades de consumo como la nuestra.

Este sistema cerrado no es necesariamente un mal en sí mismo.
Pero por algo en las democracias modernas se considera necesario un recambio de dirigentes más seguido.
Los sistemas cerrados, en vez de mejorar, se van desgastando.

En cualquier profesional, los años de experiencia se valoran mucho, justamente porque significan que puede hacer mejor su trabajo. Un médico, por ejemplo, debiera hacerlo cada vez mejor, a medida que avanza en su carrera.
Sin embargo, vemos preocupantes síntomas de lo que parece ¡falta de experiencia! en la gestión municipal.

Nos referimos a las constantes dificultades que aparecen en las licitaciones y proyectos que genera el municipio. Una rápida revisión deja el caso de la piscina municipal, que tardó casi tres años en construirse; el caso del diseño del museo, con la secuela de conflictos con las comunidades indígenas; la fallida licitación del Internet para las escuelas de la comuna; los problemas con la instalación del agua potable en Socaire, y ahora en Río Grande; algunos de estos temas ya tratados en esta revista y algunos otros más que iremos detallando en futuras entregas.

En la entrevista, la alcaldesa, refiriéndose a las dificultades que han tenido con las empresas, hace declaraciones como “Uno ve caras, pero no ve corazones y entonces... Los proyectos se licitan y las empresas ofrecen mucho y a veces no dan el ancho que ofrecen...” “y existen empresas que son muy buenas, como existen empresas que no es que sean malas, sino que no sé, les pasó algo y les pasó no más.” “(es) que para acá es difícil trabajar con las empresas. Que dicen que es muy caro, las empresas reclaman por eso”
Esas declaraciones suenan un poco candorosas, considerando los años de práctica de los equipos municipales y que el área de proyectos es justamente una de las actividades privilegiadas por el municipio. Incluso desde el año 2010 activaron el cargo de Administrador Municipal, que tiene justamente que ver con esto. Como dice Sandra Berna, cuando se refiere a la manera en que los recursos fluyen a San Pedro de Atacama, fundamentalmente desde el Gobierno Regional: “Porque plata nosotros no tenemos mucha como municipalidad, pero si tenemos un gran equipo que siempre estamos haciendo proyectos”

El equipo municipal

Muchas de las quejas en torno a la gestión municipal vienen del hecho que “se toman las decisiones entre dos o tres personas y es muy poca la participación”, al decir del concejal Rubén Reyes. Dejando de lado que esa es precisamente la forma en que funcionan la mayoría de los municipios de Chile, podemos hacer el ejercicio de considerar brevemente quienes deben ser esas personas.

Sin duda la persona más importante, después de la alcaldesa, es Patricia Lanas Veliz, ahora Administradora Municipal, pero durante mucho tiempo Directora de Obras, Ingeniero Civil, quien está con Sandra Berna 16 de los 18 años que ella lleva en el cargo.
Su puesto actual la pone a la cabeza de la municipalidad, después de la alcaldesa. Su principal labor es justamente la planificación y  el desarrollo de los proyectos, cosa que antes hacía desde la Dirección de Obras.
Según varios críticos, ella es el verdadero “cerebro” detrás de la mayoría de las decisiones en la municipalidad.

Un poco menos de tiempo, 13 años, lleva en la alcaldía Roxana Aranda Carú, Secretaria Municipal, cuyo cargo le da muchas más atribuciones que las que podrían imaginarse con ese título. Atribuciones que maneja con un carácter bastante firme, cosa que puede dar fe cualquiera que haya asistido a un Concejo Municipal, donde ella dirige toda la función, pareciendo a veces que son los concejales quienes están subordinados a ella y no al revés.

Una figura mucho más reciente, pero de mucha importancia, es Paola Piñones Araya, Directora de Desarrollo Comunitario (Dideco), Asistente Social.
Manejando dos puntos críticos, la relación con las organizaciones sociales y la entrega de beneficios a la población, no es extraño que ella sea parte del círculo más cercano de Sandra Berna, aunque sólo lleva cinco años como funcionaria de planta.

También debemos considerar a Eduardo Ildefonso Carpanchay, Jefe de Administración y Finanzas, Contador Auditor, con 13 años en la municipalidad, quien aunque mantiene siempre un bajo perfil, es obviamente una de las piezas claves en el gobierno comunal.

Debemos agregar a Daniel Rodríguez, actual Director de Obras; a Hugo Miranda, Director del DAEM y a Mirta Solís Cenzano, Jefa de Finanzas del Departamento de Salud. Todos ellos con largo tiempo en la municipalidad.

La lista podría incluir otros, pero los ya nombrados aparecen como los más mencionados por amigos y contrarios.

Mas información sobre los cargos municipales y cuales son las funciones que desempeñan, AQUÍ »»

Si uno revisa la historia, un régimen político, independiente de cual sea la legitimidad de su origen, tiene un enemigo principal y permanente: el tiempo. Sandra Berna como persona puede reinventarse, adaptarse. Pero las organizaciones tienen una inercia distinta. Los aparatos se desgastan con el tiempo y mientras más cerrados son los sistemas, mas se desgastan y mas difícil es superar los estancamientos que se producen. A veces, la única manera es desarmar todo y empezar de nuevo. Pero eso no es tan fácil, porque las mismas confianzas y lealtades que forman un equipo, hacen difícil que estos se terminen sin dejar muchas heridas.

Nosotros creemos ver en el equipo y el sistema de Sandra Berna, signos de desgaste. Ese, probablemente, sea el principal obstáculo que encontrará nuestra alcaldesa, no sólo para reelegirse, sino para terminar exitosamente su sexto periodo.

¿Nos merecemos a Sandra Berna?

“los pueblos tienen el gobierno que se merecen.”
José de Maistre (1753-1821)

Si esta frase refleja en algo la realidad, la trayectoria y actuación de Sandra Berna habla, para bien y para mal, también de nosotros.

Finalmente, con sus luces y sombras, Sandra Berna nos representa.

El futuro de San Pedro de Atacama se ve complicado. El agua potable, el agua de riego, la minería, la energía, el turismo, el crecimiento y desarrollo, el aumento de la población, las relaciones entre el mundo indígena y  el no indígena, las relaciones entre los indígenas y el estado, la cada vez mayor exigencia de transparencia desde la ciudadanía al estado; los conflictos entre la gente y el estado, entre lo viejo y lo nuevo, entre lo público y lo privado, etc., etc.

La lista precedente, sin ser completa, nos muestra algunos de los temas que en el futuro serán desafíos, amenazas y también oportunidades para quienes vivimos aquí.
El tiempo va a decir si una forma de gobernar y un liderazgo como el de Sandra Berna, es el adecuado para el futuro que nos espera.

¿Será bueno que sea nuestra alcaldesa por otros 4 años, completando 22 años de uno de los más largos gobiernos municipales de Chile? ¿Estamos dispuestos a pagar el costo que significa una continuidad como esa, considerando los beneficios que recibiremos?
¿Qué alternativa mejor tenemos ahora?

Todo lo que Sandra Berna ha significado, significa y significará para la historia de San Pedro de Atacama, será materia que la gente del futuro podrá describir con un poco más de objetividad. Por ahora, veremos.

Mas allá de su cargo, Sandra Berna es un ser humano como nosotros, lo que significa que, entre otras cosas, su capacidad de adaptación puede siempre sorprendernos a todos, partidarios y críticos.

Anexo: Citas

A lo largo de los años, Sandra Berna ha concedido muchas entrevistas. Mostramos una selección de algunas de las declaraciones que ha realizado en ellas, y también algunos de los textos que se han escrito sobre ella:

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Encarna el equilibrio perfecto entre lo maternal y lo autoritario. Con gesto amable, nos da a conocer su mensaje claro y sus metas ya cumplidas durante sus años de gestión en la Municipalidad de San Pedro de Atacama. Es la alcaldesa Sandra Berna Martínez, preocupada siempre por el porvenir de cada uno de los ayllus que están dentro de su comuna y que simbolizan la mezcla étnica de nuestra región. Estos ayllus son ni más ni menos que los poblados de la zona, a los cuales Sandra ha cobijado como si fueran sus pequeños hijos y, como tales, los protege y trabaja para ellos.

“Este trabajo es ingrato, debido a que uno se aleja de la familia y se pierde reuniones y celebraciones con sus seres queridos. Lo bueno es que, al asumir esta responsabilidad, se gana la posibilidad de cumplir el rol de madre; si bien Dios no me dio hijos, me ha entregado opción de asumir la maternidad a través de mis diferentes ahijados, ahijadas y sobrinos.”

Tell Magazine, 2008
Puedes ver esta entrevista completa AQUÍ »»

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Sandra Berna ratificó que postulará a su cuarto y último período como alcaldesa de San Pedro de Atacama. La edil que milita en la Democracia Cristiana (DC) explicó que le faltan por cumplir pocos de los proyectos que se planteó a comienzos de su gestión en esta comuna.

"De ser reelecta, sería mi cuarto y último período, porque ya estamos terminando nuestra misión. El hecho de que estemos alcanzando el 50 por ciento de energía eléctrica en la comuna, nos tiene esperanzados de que en un cuarto período podamos lograr el cien por ciento".

Resaltó que de a poco ha cumplido sus metas de ir dotando a sus pueblos de servicios básicos, trabajo, infraestructura comunitaria, desarrollo productivo, entre otros avances.

"Si Dios lo quiere espero alcanzar en cuatro años más esas metas, y luego me retiraría y me quedaría viviendo en mi pueblo disfrutando de las cosas que siempre anhelé para él".

Prensadetocopilla.cl, 2003
Puedes ver esta entrevista completa AQUÍ »»

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Conversamos con ella, luego que se dio un breve descanso ayer, puesto que los últimos días fueron de gran ajetreo, "porque nos dimos cuenta que había que decir las cosas, comunicar lo que uno hace, dado que el silencio muchas veces lleva a que las cosas se no se sepan y la gente cree que no se hace nada".

Entre bromas, calculamos el tiempo que ha permanecido en el cargo, además de los nuevos cuatro años que se mantendrá como alcaldesa y le expresamos estaría más tiempo que el fallecido general Augusto Pinochet, pero de inmediato reaccionó y dijo, si será más tiempo, pero de una manera muy distinta, yo he sido electa por el pueblo cada cuatro años. En total serán veinte años como alcaldesa, pasando a convertirse en una de las más antiguas de Chile. Nadie dura tanto en un cargo de este tipo.

Resaltó varias obras en ejecución, algunas por cierto con ayuda de privados, como el Agua Potable, que se hace con aportes de Fundación Minera Escondida. También esperan dotar de energía eléctrica durante 24 horas en Peine. "Tenemos varias ideas más y planes que cumplir, pero ahora sí serán mis últimos cuatro años".

Reconoció que esta elección fue más complicada, "hicimos un gallito con Aliro Catur, hubo momentos en que estuvimos voto a voto. Pero allí aprendí que hay que cacarear cuando se ponen los huevos, porque si uno no lo hace, la gente no sabe. No sé realmente qué pasó, comencé ya a reflexionar y hay que analizar la situación, porque algo hay. Pero también hay que pensar en las consecuencias que puede significar el famoso acarreo. Pero igual, pienso que hay que analizarse. Hay que pensar en lo que se escuchó de la gente y retomar el rumbo. Yo nunca hago promesas a mi pueblo, a lo mejor eso también no es beneficioso, pero es que uno no puede hacer eso, si verdaderamente no se sabe si las cosas resultarán. Para mi el trabajo es lo más importante y trabajar en sacar adelante los sueños de la comuna".

El mercurio de Calama, 2008
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- ¿Los jóvenes se van o se quedan a trabajar en la comuna?

- Acá pasa lo contrario que en otras comunas, porque los jóvenes se están quedando, porque hay trabajo en el campo, en la minería. De hecho, espero que en el próximo censo seamos más de 10 mil.

- ¿Qué porcentaje de este total corresponde a atacameños?

- En San Pedro el 60 por ciento de la población es atacameña y el 40 por ciento restante es no atacameña. En otros pueblos de la comuna la relación llega a ser de 90 a 10.

La cuarta, 2011
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El principal desafío para esta comuna de la etnia Likan Antai es desarrollarse con identidad, “sin olvidar lo que somos y lo que fuimos. Tenemos más de once mil años de historia, está en el Museo Gustavo Le Paige y en nuestra gente. Queremos mantener nuestra cultura y tradición, pero también desarrollarnos e integrarnos al mundo globalizado sin perder nuestro distingo e identidad”, recalca.

La autoridad reconoce como ganancia, trabajo, un conocimiento a nivel mundial, una comuna en crecimiento y con aspiraciones de ser líder en educación, en salud… “pero perdimos por el desarrollo. Estamos insertos en una región minera y nos obliga a competir con ella. La minería, para nosotros, no es un amigo aliado si es que no nos entiende. El agua es una pérdida, cada día es más escasa y con los nuevos tiempos la sequía nos está matando, la modernidad también hace mal, los jóvenes piensan distinto y hay otras cosas dificultan el desarrollo de un pueblo étnico”, subraya.

Diario Comunal, 2006
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*Nota: El clientelismo político es un sistema extraoficial de intercambio de favores, en el cual los titulares de cargos políticos regulan la concesión de prestaciones, obtenidas a través de su función pública o de contactos relacionados con ella, a cambio de apoyo electoral. En un sistema de clientelismo, el poder sobre las decisiones del aparato administrativo del Estado se utiliza para obtener beneficio privado; el patrón —sea directamente un funcionario él mismo, u otra persona dotada de suficiente poder como para influir sobre los funcionarios— toma decisiones que favorecen a sus clientes, y que estos compensan con la perpetuación en el poder del funcionario implicado o de su entorno. La relación puede fortalecerse mediante la amenaza de utilizar esa misma capacidad de decisión para perjudicar a quienes no colaboren con el sistema. (Ver articulo completo en Wikipedia »»)
Un análisis, básico y simple, limitado e incompleto, de una realidad muy compleja: El gobierno de Sandra Berna Martínez... Un punto de partida para estudios más profundos, en el futuro...

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