Desplazamientos y modo de alimentación de flamencos los exponen a riesgo de gripe aviar

MEDIOAMBIENTE. Según afirma experto en fauna silvestre de la U. de Antofagasta. Los casos de ejemplares afectados por el virus en Argentina alertan por riesgos de contagios en lagunas altoandinas.

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 22 de noviembre de 2023 Visto 178 veces
EN ANTOFAGASTA EL SAG CONTINÚA CON LABORES DE VIGILANCIA EN SALARES DE SECTORES ALTIPLÁNICOS.

La alerta activada en Argentina este mes por la detección de influenza aviar en flamencos silvestres, reportados en la provincia de Catamarca, ha intensificado las labores de vigilancia del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en zonas del altiplano del norte chileno.

Esta labor ha implicado monitoreo de estas aves en humedales, salares y en diversos cursos de agua. Hasta la fecha, sin embargo, no se ha reportado de flamencos enfermos o sospechosos de haber contraído el virus.

"Todas estas aves están protegidas por la Ley de Caza, normativa que vela por su cuidado y protección. Por ello este caso positivo de influenza aviar detectado en Argentina nos genera una considerable preocupación en nuestro país, y es por eso que nos encontramos monitoreando ésta y otras especies que cohabitan el altiplano chileno, para la detección oportuna de esta enfermedad y así poder implementar medidas preventivas", comentó recientemente José Guajardo Reyes, director Nacional del SAG.

En Chile habitan tres especies de este tipo de ave: el flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis), casi amenazado; la Parina chica (Phoenicoparrus jamesi) y la Parina grande (Phoenicoparrus andinus), consideradas como especies vulnerables.

3 especies, 1 territorio

Para Carlos Guerra-Correa, doctor en Biología y director del Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental de la Universidad de Antofagasta, los riesgos de contagios por gripe aviar en flamencos deben alertar ante los riesgos que pudieran afectar a su población.

"Nosotros aquí tenemos tres especies de flamencos, que tienen un territorio que abarca a los que están en la zona norte, en las lagunas alto andinas de Bolivia, Argentina y de Chile. Esto indistintamente de que existan fronteras, una cosa que los animales no tienen por qué respetar y entender. Eso es algo súper importante, porque los flamencos se mueven en todo ese territorio, tienen flujo genético, flujo de movimiento y normalmente los movimientos son post-reproductivos. Una vez que se reproducen, tanto adultos como también juveniles, se mueven en búsqueda de donde existan mejores condiciones de alimentación. Es innegable, entonces, que los flamencos de Argentina, Bolivia y Chile, aquí en esta zona, se juntan entre ellos, se acercan, se combinan; es decir, no son poblaciones distintas en cada uno de los países. Es una sola población de flamencos que se mueve en la laguna altoandina".

"Eso indica que si algunas de estas subpoblaciones o grupos reproductivos que están en uno o en otro lado presentan alguna enfermedad que es contagiosa, es altamente probable que se produzcan contagios en el momento en que se muevan. Lo segundo que también es relevante, es el modo de alimentación que tienen estos flamencos, porque la gripe aviar se transmite principalmente a través de secreciones (…) y, lamentablemente, estos animales son filtradores; es decir, meten el pico entero al agua y van filtrando y botando a través de unas lamelas que tienen en los bordes. Esas filtraciones, al recoger y botar agua en el aparato bucal, implica que pueden salir con agua de las secreciones de cualquier enfermedad, que se facilitan por secreciones. Eso favorece el contagio entre unos y otros. La forma de su alimentación, entonces, como que promueve y facilita el traspaso del virus de un individuo a otro. Por lo tanto, esos dos factores son cuestiones claves para entender que el riesgo es alto", añade Guerra-Correa, doctor en Biología de la North Texas State University. Según el experto, un eventual contagio de flamencos expondría al virus a una serie de otras aves que se alimentan en las mismas zonas, como ocurre con los denominados caití, playeros, chorlos y patos silvestres.

Impacto de virus

De acuerdo a registros del SAG, en la Región de Antofagasta se reporta un total de 304 aves silvestres vigiladas y un total de 16 aves silvestres protegidas positivas por el virus. La expansión de la influenza aviar de alta patogenicidad (H5N1) ha impactado con una alta mortandad de fauna marina. A este factor se agrega la presencia del fenómeno de El Niño que, según expertos, al aumentar la temperatura de las aguas disminuye la cadena trófica de estas especies.

Control limitado

Para Guerra-Correa, también director del Centro de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre de la U. de Antofagasta, hoy debe mantenerse el resguardo de aproximarse a aves con sintomatología de afectación por el virus, debido a que se ha confirmado que este puede contagiar a humanos.

"Cuando son poblaciones silvestres tomar medidas restrictivas es imposible. Cuando son poblaciones domésticas, por ejemplo, y están en grupos domésticos como criadores de gallinas, criadores de palomas se cerca el predio de crianza y se sacrifica y desinfecta todo. Sin embargo, tratándose de poblaciones silvestres, se mueven sin ninguna restricción de ningún tipo. Lo único, entonces, que se hace es constatar y poner en alerta a todos aquellos que tienen crianza de animales y crianza de aves, especialmente, y que tengan un riesgo de contagio en los lugares donde los flamencos se desplazan. En el fondo lo que hace el SAG es vigilar para constatar si llegó el virus o no, y si llega el virus adoptar ahora medidas de protección para la gente que cría aves".

"La prevalencia del virus ha ido bajando. No tenemos tanta pérdida de ejemplares de las poblaciones, aunque en el caso de los flamencos eso es muy preocupante, porque es una especie poco extendida; entonces, que perdamos especímenes lamentablemente, pone en riesgo esa población", advierte Guerra-Correa.



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