Las dudas y complejidades del cambio que viene en SQM

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 15 de noviembre de 2015 Visto 152 veces
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Area Minera

Julio Ponce se abrió, por primera vez en dos décadas, a vender el control de SQM. Sus acciones saltaron. Pero será un camino prolongado y lleno de dificultades por sortear.

Julio Ponce festejó su cumpleaños número 70 en Miami, el viernes, con las acciones de las cascadas en un abrupto ascenso. El día previo, una de esas sociedades, Oro Blanco, había anunciado que contrató al banco Itaú para analizar opciones estratégicas y buscar terceros interesados en su participación en Pampa Calichera, la controladora directa de SQM.

Para varios en el mercado financiero, y en la propia empresa, este es el primer paso de un camino que inexorablemente podría llevar a Julio Ponce a la venta del control de SQM, un holding que en 2014 tuvo ventas por US$ 2.000 millones y utilidades por US$ 300 millones.

Desprenderse de un activo de ese tamaño, sin embargo, no será fácil. Dada la estructura de propiedad y las contingencias asociadas a la firma, la potencial enajenación dependerá de muchos y variados factores. Y no será corto. De hecho, el mandato exclusivo otorgado a Itaú Argentina, país donde el banco tiene su banca de inversión para fusiones y adquisiciones, tiene una duración de 12 meses. “Esto recién comienza”, dice un cercano a las cascadas. “Es una exploración para valorizar los activos y ver opciones de mercado”, agrega.

Ponce no tiene como única alternativa una venta. También podría repetir lo que hizo en 2001, cuando se alió a la noruega Yara en la matriz que controlaba las cascadas y que alivió su entonces estrecha situación financiera. Pero es difícil que ello se repita: pocos estarán disponibles, dice un ejecutivo de una AFP, a asociarse en el control con Julio Ponce, quien se ha transformado, para la empresa, en un costo, más que en un valor agregado. “Lo que viene es un cambio de control”, vaticina. “La venta de las acciones de Pampa Calichera podría implicar un cambio en el accionista controlador de SQM (actualmente Julio Ponce), aumentando la probabilidad de una eventual Oferta Pública de Adquisición (OPA) de las acciones de SQM”, escribió Banchile Inversiones en un reporte el viernes.

1.- El precio y un conflicto.

SQM tiene una capitalización bursátil de US$ 6.000 millones. Aún está lejos de su peak histórico, en 2011, cuando llegó a superar los US$ 17 mil millones, empujada por el precio de los commodities en el mundo y por economías emergentes vigorosas que demandaban sus productos. Si hubiese vendido en esa fecha, Ponce habría recaudado mucho más de lo que podría conseguir hoy. Pero nadie puede hacer negocios con los precios del pasado.

La realidad de SQM es hoy distinta. Su valorización actual se basa en una nueva realidad de mercado a nivel global. A ello se suma que ha sido castigada por las investigaciones de presuntos pagos irregulares a campañas políticas, que derivó en un quiebre en el directorio en marzo, y por un conflicto que enfrenta a la compañía con Corfo por estratégicas pertenencias mineras en el Salar de Atacama, las que aportan un 39% de las ventas de SQM.

El resultado de ese conflicto incide directamente en el precio de SQM y difícilmente un inversionista comprará sin tener mayor claridad sobre el futuro de ese caso, dicen en el mercado financiero. Corfo activó un arbitraje en mayo de 2014 y en marzo pasado el árbitro Héctor Humeres propuso una conciliación en la que SQM pagara US$ 17 millones. Corfo no aceptó y exigió el término anticipado de un convenio que finaliza en 2030. En SQM confían en que el árbitro Héctor Humeres no desahuciará ese pacto. Para pronunciarse tiene hasta mayo de 2016, si es que cumple con los dos años de plazo que existen para fallar los juicios arbitrales. La complejidad adicional es que, tras el fallo, cualquiera de las partes podría recurrir a los tribunales y extender la incertidumbre. Pero ya con un dictamen de primera instancia.

“Ese conflicto tiene nombre y apellido. Si Julio Ponce vende, SQM tiene mejores opciones de pactar con Corfo”, opina un gestor de inversiones. Por lo mismo, una asociación que mantenga en la propiedad de SQM a Ponce tiene baja probabilidad en el juego de escenarios de los analistas.

Por último, está el asunto precio.

Si el conflicto de Corfo daña la valorización de SQM, se puede fijar con un eventual comprador un precio, suponiendo que el contrato con Corfo se mantiene vigente hasta 2030, y otro precio ligado al improbable evento del término anticipado del contrato.

Además, el año que durará el mandato de Itaú permite un plazo para la recuperación de la acción, ahora con el mercado pendiente de una venta.

El primer indicio se registró ya el viernes: tras el anuncio de Oro Blanco, las acciones saltaron 19,5%, las de Norte Grande lo hicieron un 21%. SQM B rentó 4,4%.

2.- Una malla compleja

Oro Blanco hizo el encargo, pero es sólo un eslabón de una larga cadena. Oro Blanco tiene 88,4% de Pampa Calichera y ésta tiene el 19,6% de SQM. A su vez, Norte Grande es la controladora de Oro Blanco, con el 76,83% de las acciones. Cuando se alió a Yara en 2001, Ponce escogió una alianza por arriba de todas ellas. La elegida ahora es Oro Blanco, porque está más cerca del activo subyacente: SQM.

“Si Oro Blanco vende Calichera, la estructura de las cascadas ‘colapsa’: se pagan las deudas, se reparten los dineros a los accionistas y se disuelve esa estructura”, analiza un inversionista institucional. Precisamente, fueron las altas deudas que acumula toda la estructura de las cascadas lo que aceleró este análisis de posibilidades estratégicas. “Están todas las opciones abiertas”, dice alguien involucrado en el proceso.

El vehículo que prospectará para Ponce la venta del control es Oro Blanco, pero las otras sociedades abiertas -Calichera, Norte Grande- deberán evaluar los caminos a seguir. La compleja malla hace que la venta del control deba involucrar a un conjunto de sociedades.

Calichera tiene 19,6% de SQM; otro 3,34% lo posee a través de su filial Inversiones Global Mining. Pero otro 6,91% es controlado a través de Potasios, que depende de Nitratos y Norte Grande (ver infografía). En total: 29,9%. La venta del control debería incluir todas las acciones de SQM involucradas en la cascada. De cualquier manera, es temprano aún para determinar el diseño específico de una venta, dicen cercanos a Ponce.

3.- El socio que da el control

En diciembre de 2006, Julio Ponce alcanzó el control legal de SQM. Presidía la compañía desde 1987 y dominaba su gobierno corporativo, pero para la Superintendencia de Valores y Seguros, ese fue el hito oficial. En esa fecha, Julio Ponce llegó a un acuerdo con la japonesa Kowa y firmaron un pacto que les dio el control de SQM. Calichera tenía en ese entonces el 30,28% y Kowa, el 2,03%. Superaban el 32% que estatutariamente SQM establecía como límite para un accionista individual, pero en abril de 2007, y tras una pública disputa con la canadiense PCS, la SVS determinó que Ponce y Kowa no eran accionistas relacionados y validó el pacto. La presencia de Kowa es clave, porque tiene un 3,83% de la serie A, que elige a siete de los ocho directores de SQM. La B nomina uno.

Quien compre deberá, necesariamente, revalidar el pacto que Calichera tiene con Kowa. De otra manera, el control se pone en riesgo frente a PCS, que tiene un 32% de la compañía, y sólo la alianza con Kowa le permite a Ponce tener la supremacía. Pese a ello, PCS tiene una posición de privilegio para lo que viene: es accionista relevante de SQM y podría aspirar a compartir el control con quien llegue. Además de PCS, otros operadores internacionales podrían interesarse, como Israel Chemichal o Norsk Hydro. También inversionistas financieros atraídos por un negocio que les reporte una ganancia en una venta posterior.

El controlador, dicen cercanos, ya ha recibido ofertas no vinculantes e informales, pero a precios de remate. Por ello, Ponce activó esta semana un proceso más formal que le asegure un mejor precio por la venta del control de SQM, algo a lo que se negó durante más de dos décadas.



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Area Minera

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