Atacameños quieren enterrar a sus momias

El Museo Padre Le Paige ya no exhibe restos humanos, pero las comunidades indígenas quieren que sus antepasados descansen en tumbas y no en un depósito. Este año será clave: entra en vigencia en Chile un convenio de la OIT que pide devolverles sus bienes patrimoniales

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 22 de enero de 2009 Visto 252 veces
La "Miss Chile", una de las momias más famosas entre las que ya no se van a exhibir más
"¿Aquién le gusta ver a su abuelo en una vitrina?", cuestiona Carlos Aguilar, vicepresidente del Consejo de Pueblos Atacameños. Un argumento que funcionó frente al Museo Padre Le Paige de San Pedro de Atacama, que en mayo de 2007 dejó de exhibir 46 momias legendarias, entre ellas, la llamada "Miss Chile". Aunque las momias (que son monumentos nacionales) eran el principal atractivo para los más de 50 mil visitantes anuales del Padre Le Paige, los indígenas exigen intimidad para sus muertos y respeto por su pasado.

Y así lo hicieron ver durante los cinco años que discutieron su petición con los antropólogos del museo, y éstos accedieron, sumándose a la tendencia, que ya lleva más de diez años en nuestro país, de suspender la exhibición de momias originales.

"Los atacameños hicieron una ceremonia de ofrenda a los ‘abuelos’ durante el retiro de las osamentas", relata Mark Hubbe, director del área de investigación del museo. Luego las depositaron en una bodega especial a la que sólo pueden acceder la comunidad local e investigadores. Y ya no volverán a ponerlas en exposición.

Ciertamente el museo de San Pedro Atacama ya no es lo mismo. "Recibimos elogios, pero también críticas muy severas con esta decisión. Un par de visitantes incluso tiró sus boletos en la cara de la vendedora cuando supo que ya no había momias, y muchos han exigido la devolución de su dinero", reconoce Hubbe. Pero asume el desafío de reeducar al público: "los muertos no son lo único que mostrar de una cultura que tiene más de 3.500 años".

AÑO CLAVE

Hoy, la única legislación en América que sirve de referencia es la ley NAGPRA (Native American Graves Protection and Repatriation Act) promulgada por Estados Unidos en 1993, la cual señala que el patrimonio de origen indígena pertenece a las comunidades originarias.

Sin embargo, para los indígenas, el retiro es sólo la primera etapa. "Queremos que los cuerpos retornen al lugar de origen, o al menos construirles un lugar más orgánico, fuera del laboratorio donde ahora están confinados", exige Aguilar.

La solicitud es compleja. "Gracias a estos descubrimientos arqueológicos puede reconstruirse científicamente una identidad cultural, por lo que sería muy delicado hablar del reentierro de los cuerpos", declara Alonso Barros, antropólogo de la Universidad Católica del Norte.

Según Óscar Acuña, secretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, hace falta un debate: "Si las momias tuvieran que volver a ser enterradas, entonces sí analizaríamos en qué términos debe hacerse, pues la política de repatriación y devolución patrimonial es un tema pendiente en Chile".

De hecho, el informe de la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato hacia los Pueblos Indígenas -solicitada en 2003 por el ex Presidente Ricardo Lagos- señaló el derecho de las comunidades locales a tener su patrimonio, lo que fue recogido en la Política de Nuevo Trato 2004-2010. Pero no existe ley alguna que regule la devolución de momias en Chile. "La restitución de osamentas se considera dentro de la política del Nuevo Trato, pero es más bien cuestión de voluntad, de política interna de los museos y de las comunidades. La UNESCO también hace recomendaciones al respecto, pero no tiene peso legal" advierte Juan Ñanculef, encargado del programa de Patrimonios Culturales de la Conadi.

2009 será un año decisivo para los pueblos originarios: el 15 de septiembre entra en vigor el convenio 169 de la OIT, que firmó la Presidenta Michelle Bachelet el año pasado. "Allí se habla de que los pueblos tienen derecho a recuperar sus bienes patrimoniales", adelanta Ñanculef y agrega que "podría sentarse un precedente, no sólo con las momias sino también con la joyería ancestral que está en Inglaterra y Alemania. Todos los grupos indígenas podremos pedir que se haga cumplir el artículo, pero eso va a depender de la capacidad de reclamo que tenga cada comunidad".

BUENAS INTENCIONES

Desde 1978 existe una convención de la UNESCO para la devolución a sus naciones de procedencia de "Bienes Culturales Muebles": instrumentos, alfarería, monedas, joyas y restos funerarios, en especial las momias. Pero no es obligatorio y no lo han firmado países como EE.UU., Canadá, Reino Unido y Alemania, que poseen colecciones riquísimas.

España, que sí firmó, ya ha restituido algunas piezas a Colombia y Perú. Pero otras obras precolombinas siguen exponiéndose en ese país europeo, por ejemplo, los códices mayas en el museo Arqueológico de Madrid.

Algunos casos polémicos a nivel mundial

ARGENTINA

En 2006, el Museo de Historia Natural de La Plata retiró los restos de 25 caciques, y los quechuas pudieron sepultarlos con un rito funerario tradicional.

REINO UNIDO

En 2008, el Museo de Manchester cubrió tres momias egipcias que tenía en exposición y lanzó la campaña "Regreso a la Eternidad", solicitándoles a sus visitantes que opinaran en un blog sobre la posibilidad de devolver esos restos o hallar una forma respetuosa de exhibirlos. El 85% quiso que volvieran a descubrirlos.

NUEVA ZELANDIA

En 2007 Francia suspendió la devolución que había autorizado el Museo de Historia Natural de Rouen (Normandía) de una cabeza maorí a grupos aborígenes de Nueva Zelandia, pues determinó que ya era parte de su propio patrimonio, tras haberla exhibido por más de 150 años.



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