Tradiciones ancestrales: la otra clave del éxito turístico de San Pedro

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 23 de marzo de 2017 Visto 174 veces

Un cielo nítido iluminado de estrellas, vestigios arqueológicos, lagunas, salares en medio de majestuosas cordilleras, géiseres junto a dunas labradas por el viento, son algunas de las bellezas que ofrece el poblado de San Pedro de Atacama, ubicado en el desierto más árido del mundo.

Destino preferente de miles de turistas, tanto extranjeros como nacionales, que lo recorren a diario e incluso ha recibido diversos reconocimientos a nivel mundial, entre ellos, el de enero pasado cuando el New York Times lo catalogó como el segundo lugar a visitar durante este año, por sobre Osaka en Japón o Madagascar.

Sin embargo, no todo se sustenta en bellos paisajes naturales, ya que en el planeta existen muchos; San Pedro va más allá, su gente, su mística, tradiciones y valores ancestrales lo hacen aún más único, opinión compartida por expertos.

Uno de ellos, es el arqueólogo y académico del departamento de Antropología, de la facultad de Ciencias Sociales, de la Universidad de Chile, Mauricio Uribe, quien clarificó que la localidad siempre ha sido de interés, pero por diversos motivos.

"En tiempos antiguos San Pedro fue relevante por ser un corredor natural entre un lugar y otro de la cordillera. Por ser un oasis en pleno desierto con recursos como el agua. Posteriormente, en los años 90, fueron preponderantes los descubrimientos arqueológicos con Le Paige, las momias y su museo. Ahora en la actualidad el atractivo se basa en su gente, en lo particular de vivir o de estar allá", dijo Uribe.

De hecho, el poblado también es conocido como la capital arqueológica de Chile, siendo uno de los primeros puntos atractivos turísticos y científicos a fomentar en el lugar.

"Todo ese potencial fue muy bien aprovechado. Desde la arqueología se formó un imaginario sobre lo que es San Pedro y las culturas del desierto, vale decir, que a partir de la obra de Le Paige es que posteriormente comienza a ser utilizado (la localidad) de manera turística como parte de una empresa en términos generales", expresó el arqueólogo.

Agregando que todo tiene un eslogan que se ha ido construyendo en conjunto desde las comunidades, "ellos son bastantes claros y han participado y potenciado sus valores ancestrales siendo lógico que busquen una retribución por ellos".

Por su parte el sociólogo y profesional del Centro de Ingeniería Organizacional (Cio) de la Universidad de Chile, Rodrigo Bruna, quien es chuquicamatino, por ende conocedor de la zona, comentó que hay un atractivo en el tipo de constructabilidad que tiene el lugar, "es una plaza distinta, no es algo que tu puedes encontrar en cualquier parte del mundo, tiene una mística".

Añadiendo que se entrega una oferta completa referente a lo ancestral y tradicional.

"Por ejemplo las construcciones deben conservar características particulares de la cultura Likan Antai, de igual forma la industria hotelera, sus decoraciones o lo culinario, o sea no vas a San Pedro a comer carne con papas fritas, sino que te sirven un asado de llama con quinoa. Todo respeta las raíces y se acerca a lo que son los pueblos atacameños", dijo Bruna.

Particularidades que otorgan una unicidad que no se encuentras frecuentemente.

"Se puede observar que todo esta muy bien construido. Los paisajes ayudan, pero existe una coherencia entre lo que miras, comes, escuchas, disfrutas. Es un producto completo", expresó el profesional.

Quien asegura que éstas características son valoradas por los turistas, quienes lo prefieren durante toda época del año. También es claro en que muchas personas tienen aprensiones con la comunidad por "vender" su cultura, "pero esto les ha permitido desarrollarse mil veces más, que estar encerrados en su propio lugar".

Escaso apoyo

En tanto, el arqueólogo del instituto de Arqueología y Antropología de la Universidad Católica del Norte, sede San Pedro de Atacama, Gonzalo Pimentel, expresó que es reconocido que los atractivos turísticos principales en el lugar son la naturaleza, especialmente el paisaje, y en un segundo nivel la arqueología, historia y las culturas locales.

Como también se sabe, el turismo en San Pedro no fue producto de una planificación institucional sino que devino principalmente de la promoción individual del fundador del Museo Arqueológico de San Pedro de Atacama, el sacerdote Gustavo Le Paige.

"Aunque la capital arqueológica de Chile, que fue bautizada pensando ante todo en sus atractivos culturales, éstos realmente no tuvieron el protagonismo esperado. Pero la respuesta a ello no está en su falta de atractivo, sino que hay que buscarla en el escaso apoyo institucional que ha existido para su buen desarrollo", comentó Pimentel.

Añadiendo que todo buen viajero quiere acercarse a las bellezas y atractivos de los lugares a través de las personas que lo habitan, de su historia, de sus costumbres y relatos.

Espera que se le guíe tanto con información científica fidedigna como que se le transmita las narrativas y significancia que la población local le asigna a los sitios y su historia, ojalá además de la mano con los más preparados guías locales conocedores de su pasado.

"Mientras mayor sea el conocimiento sobre los lugares patrimoniales, mayor será sin duda su valoración colectiva y turística. Y eso es justamente uno de los aspectos que debemos finalmente conectar y potenciar entre todos", expresó el profesional.

Sin embargo, existen evidencias arqueológicas como geoglifos y rutas caravaneras, petroglifos, aldeas precolombinas, cementerios y agricultura de tiempos inmemoriales, que se encuentran desprotegidas, "sin un plan estratégico para su resguardo, sin financiamiento estable para su valorización y el manejo responsable de estos bienes. Se debe entender entonces que esta menor relevancia turística obedece más a incentivos institucionales insuficientes, a una ausencia de una política de desarrollo y planificación estratégica a largo plazo y no a su real potencial", explicó Pimentel.

Desafío

El director del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) en la región de Antofagasta, Claudio Yáñez, reconoció que el desafío actual es ayudar a las comunidades como a las empresas emplazadas en el lugar para fomentar, aún más, esta línea de manera profesional. "Existe la tarea, que estamos abarcando constantemente, de mejorar la entrega de los distintos servicios tanto en calidad, contenido y sustentabilidad", dijo el director regional.

Como lo que se está realizando con el astroturismo, con distintos seminarios y distinciones. Entre ellos se encuentra la reunión internacional "Búsquedas de variabilidad estelar en campos anchos. Una perspectiva del Siglo XXI" que correspondió a la versión número 22 de este congreso, que tuvo su primera edición en el laboratorio nacional de Los Alamos en los Estados Unidos en 1971, entre otros.

"Es este aspecto, lo que atrae a muchos turistas es la cosmovisión, que considera a la naturaleza y al hombre. Creo que la cultura Likan Antai está viva en base a turismo comunitario y nos posiciona como un tremendo destino a nivel mundial", expresó Yáñez.

"Se puede observar que todo esta muy bien construido. Los paisajes ayudan, pero existe una coherencia entre lo que miras, comes, escuchas, disfrutas. Es un producto completo" Rodrigo Bruna, Sociólogo de la Universidad de Chile

"Creo que la cultura Likan Antai está viva en base a turismo comunitario y nos posiciona como un tremendo destino a nivel mundial" Claudio Yáñez, Director Sernatur región de Antofagasta.



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