El dilema shakesperiano en la Moneda: qué hacer con el litio

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 16 de enero de 2023 Visto 150 veces
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El Mostrador

Qué hacer con el litio. Es un dilema shakesperiano para el Gobierno de Gabriel Boric y no le queda mucho tiempo. El reloj avanza y en el mercado advierten que el tren del boom del litio puede pasar de largo, mientras Chile sigue decidiendo qué hacer. En las próximas semanas, La Moneda dará a conocer el modelo que ya adelantó Nicolás Grau en este espacio y que apuesta a una alianza con los privados, aunque no dio detalles. Si nada cambia, los analistas estiman que, en los próximos 5 años, Chile pasaría de ser el segundo mayor productor del mundo al tercer o cuarto lugar. Argentina viene corriendo fuerte.

En juego hay miles de millones de dólares que podrían financiar la agenda reformista y las demandas sociales que se están discutiendo. Entre las mineras que hacen cola para producir litio en Chile estiman que, si el Gobierno decide licitar este año el contrato del Salar de Atacama, que actualmente tiene SQM y que vence el 2030, el fisco recaudaría entre US$ 15.000 millones y US$ 20.000 millones.

Un dato para poner en contexto: se estima que en 2022 el litio aportó al Estado casi un 1,4% del PIB y, aunque todavía representa solo el 5% de las exportaciones con respecto del cobre, el año pasado entre SQM y Albemarle –las únicas dos mineras que pueden explotar el mineral no metálico– habrían aportado más del doble que Codelco al fisco chileno. Y a eso hay que sumar que los ingresos extraordinarios por rentas de propiedad del Estado, originados por los contratos de explotación con SQM y Albemarle, sumaban US$ 4.000 millones a octubre del año pasado.
Plazos que se acortan. Los análisis más fatalistas estiman que tenemos una ventana de 8 a 10 años antes que la tecnología haga al litio menos indispensable para la revolución verde, parte clave de la apuesta global para la electromovilidad y de las estrategias para combatir el calentamiento global.

Tic-tac, tic-tac. Pero las mismas fuentes advierten que con cada año que pase el monto sería menor, y que si esperan hasta 2025 o 2026, el interés podría caer con fuerza, dados los plazos para conseguir permisos, construir plantas, etc., etc. “SQM, Ponce y los chinos que son sus socios no van a entregarle el contrato en bandeja”, señalan.
Ahora le toca a Boric. El Presidente puede cambiar la legislación actual y usar la Empresa Nacional del Litio para generar proyectos público-privados que les abran las puertas a las más de 10 gigantes extranjeras que quieren entrar al mercado, ya sea en el Salar de Atacama o el de Maricunga, donde hasta ahora Codelco –con el apoyo tácito de La Moneda– busca tenerlo para sí solo. Aunque esa postura ya está siendo cuestionada ante la Justicia por al menos dos mineras extranjeras y una local.

La otra opción es una que varios expertos dicen sería la más lógica: que además de la apuesta a una alianza público-privada, Boric “se trague el orgullo”, haga un acuerdo y se convierta en socio de SQM. La idea se discute en privado incluso entre exfuncionarios de Bachelet II que negociaron y “castigaron” a Ponce y SQM en su momento. Pero fue el gestor de fondos Jon Hykawy, de Stormcrow Capital, el que desarrolló el argumento en público –en La Segunda– hace unas semanas.



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