Periodo estival: Proyectan intensas lluvias para el interior de la región de Antofagasta

El desplazamiento del Anticiclón del Pacífico facilitaría el ingreso de bajas presiones desde el Amazonas. "Si el fenómeno se mantiene, es probable que tengamos intensas lluvias", dijo el director del Centro de Mitigación y Catástrofes Naturales de la Universidad de Antofagasta, Jorge Van Den Bosh

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 15 de diciembre de 2020 Visto 152 veces
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Precipitaciones similares a las ocurridas en febrero del 2019 en el interior de la región, están proyectadas para este verano en la zona cordillerana de Antofagasta debido al desplazamiento del Anticiclón del Pacífico hacia el sur del país, lo que facilitaría el ingreso de las bajas presiones provenientes desde el Amazonas.

El alcalde de Calama, Daniel Agusto, confirmó que según la información entregada por Onemi, “esperamos precipitaciones intensas para este invierno altiplánico, por lo tanto ya tuvimos reuniones tanto con Onemi como con el Gobierno Regional para organizar y prepararnos”.

En estos encuentros se articuló el trabajo con las seremis que intervienen en este escenario y también con las direcciones de Obras Hidráulicas y Vialidad.

“El verano del 2020 las lluvias fueron leves y fue bastante extraño considerando lo que pasó el 2019, pero sí se proyecta que para este verano las precipitaciones serán bastante más intensas”, aseguró.

El edil llamó a la comunidad de Calama y de los poblados aledaños a que tomen las medidas con anticipación para enfrentar las eventuales lluvias, limpiando los techos y canaletas. A nivel municipal, está afinando los últimos detalles del plan de emergencia con solicitudes ya realizadas para la compra de insumos.
San Pedro de Atacama

En la Municipalidad liderada por el alcalde Aliro Catur también están conscientes del riesgo que existe frente a las estimaciones realizadas de lluvias para esta temporada estival. Ante aquello indicó que han actualizado el plan de emergencia comunal a través de la Dirección de Seguridad Pública y elaborado un plan por varibles de riesgos aluvionales. A lo anterior se suma que ya cuentan con con insumos para habilitar albergues y centros de acopio.

«Por información entregada en el Comité de Protección Civil, se espera que las lluvias sean más intensas que el año pasado, debido al fenómeno de «La Niña», por lo que se han determinado zonas de encuentro en la comuna. Además, el Ministerio de Obras Públicas, a través de la DOH, inició un trabajo que supera los $87 millones de pesos, en el río del sector de Catarpe, mediante la construcción de gaviones, con el objetivo de preparar el cauce del río para soportar las posibles crecidas y mantener la seguridad de la comunidad. Por otra parte, contamos con la estación meteorológica de Linzor en Río Grande, que nos brindará información pertinente para monitorear el Río de San Pedro», señaló el alcalde.
Anticiclón del Pacífico

El desplazamiento del Anticiclón del Pacífico facilitaría el ingreso de bajas presiones desde el Amazonas. «Si el fenómeno se mantiene, es muy probable que tengamos intensas lluvias», dijo el director del Centro de Mitigación y Catástrofes Naturales de la Universidad de Antofagasta, Jorge Van Den Bosh.

Según el académico, mientras la zona central y sur esté más seca y con mayor calor, quiere decir que “estamos menos protegidos en el norte para que pasen los sistemas de baja presión del Ecuador. La observación que tenemos es que el verano que está sucediendo en la zona central, es muy cálido, lo que quiere decir que el Anticiclón del Pacífico se desplazó muy al sur y eso nos deja desprotegidos.

El especialista dijo que los días inestables que se observan en Antofagasta obedecen a que precisamente el Anticiclón del Pacífico (alta presión atmosférica) este año se encuentra ubicado más al sur, lo que facilita el ingreso de las nubes desde el Amazonas hacia la región.

El académico de la UA añadió que según los registros de la zona, desde el año 2010 hay evidencia de un incremento extraordinario en la precipitación del sector cordillerano. “En los años 70 llovió poco en la cordillera, en los 80 también y en los 90 fue muy seco.  El aumento de las lluvias cordilleranas en el 2010 coincide con la sequía que ocurre en el sur del país, ya que el Anticiclón del Pacífico es el que produce sequías, y siempre permanece estacionado frente a los desiertos”, detalló.

El norte de Chile tiene tres tipos de amenazas por lluvias, indicó el director del centro UA. La primera es el invierno (junio, julio agosto), con avances del frente frío que son breves pero intensos, cuyo último caso en Antofagasta ocurrió en 1991. La segunda amenaza son las lluvias producto del avance de la baja térmica continental del Amazonas, conocido como invierno altiplánico. Esta es la más frecuente en la región, aunque su intensidad es variable.

Van Den Bosch apuntó que los habitantes originarios del interior de la región están preparados para eventos como estos, por experiencia de sus ancestros conocen bien su medio, las crecidas de los ríos y saben cuáles son los sectores más complejos. El problema es para quienes llegaron a poblar la zona en las últimas décadas, instalándose en terrenos de riesgo ante aluviones o crecidas de ríos, que no eran utilizados por los habitantes originarios.

El 7 de febrero del 2019, en el sector de Calama hubo precipitaciones que llegaron a los 12 mm en menos de tres horas, situación que no sucedía desde el año 1972. El fenómeno dejó personas fallecidas, otras aisladas, millonarios daños tanto en rutas viviendas e infraestructura y una polémica por la tardanza en declarar la provincia de El Loa como zona de catástrofe.

La tercera amenaza de lluvia en el norte, agregó Van Den Bosch, es la baja segregada, fenómeno que ocasionó los aluviones en marzo del 2015. Esto último, según el especialista, es algo nuevo y desde que hay registro solo ha ocurrido dos veces en Antofagasta: en julio de 1877 y el 2015. “Este fenómeno puede ocurrir en el cualquier mes y consiste en una masa de aire caliente que penetra en el continente, y que en los niveles altos registró una masa fría. Al subir el aire caliente condensa una gran cantidad de gotas que precipitan. El 2015 Antofagasta recibió lo marginal de este sistema, el núcleo estuvo en Chañaral y Copiapó. Si la masa hubiese estado acá, habrían caído mucho más de los 32 milímetros que hubo en 12 horas, lo que para nosotros habría sido muy complejo”.



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