Hasta mañana está todo reservado en San Pedro de Atacama, situación que se repite cada vez que hay un fin de semana largo y en temporadas altas, debido a la masiva llegada de visitantes de todo el mundo, quienes atraídos por la belleza geográfica, cultura e investigación científica, se concentran en esa zona del desierto más árido del mundo.
La situación -sin embargo- no está exenta de debate, debido a los negativos efectos de la sobrepoblación.
Manuel Salvatierra, presidente de la Comunidad de Pueblos Atacameños, manifestó que si bien el aumento de visitantes permite que la mayoría de los habitantes vivan del turismo, el impacto negativo que se genera en los ayllus, como la falta de agua potable y alcantarillado, complica a la comunidad.
"Las autoridades deberían generar un estudio de capacidad de carga, para contar con una regulación y saber cuanto resiste la comuna. Esto ayudaría a amortiguar los impactos negativos generados por la sobrepoblación", precisó Salvatierra, quien advirtió que otro aspecto negativo es la acumulación de basura en terrenos agrícolas y la proliferación de tomas para efectos habitacionales.
La comuna de San Pedro de Atacama posee una población de aproximada de 5.000 habitantes, de los cuales un 61% corresponde a población rural y 39% a urbana, según cifras del último censo.
Se estima que en temporada alta el número de personas se triplica con la llegada masiva de turistas, lo que se refleja en la encuesta mensual de alojamiento del INE, que lo sitúa como el destino turístico mejor posicionado y consolidado en términos de ingresos por alojamiento, al igual que la región de Antofagasta, que alcanza la mayor taza de ocupación de habitaciones.
Plan
El aumento de visitantes se puede apreciar a simple vista, tal como lo describe Orlando Ortiz, músico local más conocido como Azteca, que toca en restaurantes y pubs de la localidad, siendo testigo presencial de esta situación.
"Está lleno como si fuera septiembre, pero ya el lunes la mayoría se va", comentó Orlando Ortiz quien, agregó que también hay otras personas que se van quedando, lo que genera que el pueblo esté saturado.
La actual consejera regional y exalcaldesa de San Pedro de Atacama, Sandra Berna, coincide con el dirigente comunal, en que "hay que hacer un plan de desarrollo turístico para analizar la capacidad de carga y proyectar el crecimiento de los abastecimientos de agua, energía, junto con todas la necesidades básicas requeridas".
Berna, reconoce que la comunidad está mucho más preparada para dar respuesta a los turistas, los que aumentan constantemente y más aún por los nuevos centros astronómicos y del litio.
Falta de agua
Rubén Martínez, presidente del Comité de Agua Potable Rural (Capra), precisó que el sistema es el mismo que funciona desde hace más de 20 años con el mismo flujo.
Explicó que es necesario innovar en tecnología, ya que el actual sistema de osmosis inversa, solo trata el 50% del agua extraída, y lo demás es descartado.
"Si bien tenemos algunos proyectos avanzados, no hemos hecho mucho con esta nueva administración municipal", afirmó Martínez, quien sostuvo que cuando aumenta la población flotante, el agua baja y son las comunidades de los ayllus las que se quedan sin el vital elemento.
El otro problema que declaró Martínez, es el tratamiento de las aguas servidas, ya que la planta existente fue construida para recibir de ocho a diez litros por segundo y actualmente supera los 20 litros por segundo.
Servicios irregulares
Junto con las necesidades presentadas por la comunidad para asumir de mejor forma la llegada de los turistas, el presidente del directorio de la Asociación de Turismo y Medio Ambiente de San Pedro de Atacama y dueño del hotel Takha Takha, Llerco Quezada, manifestó que a pesar de sacar cifras positivas tras las 300 a 400 mil personas que llegan por año, hay un aumento del comercio clandestino, el cual comprendería más del 30% del total de la oferta hotelera.
"Esta situación afecta directamente a los empresarios establecidos, y no solo a los hoteles, ya que el fenómeno también se repite con los tour operadores, transportes de personas, guías irregulares y el comercio ambulante de comida, siendo un riesgo latente para los visitantes", enfatizó.
Otro empresario que describe la actual situación del pueblo es Lorenzo Góngora del hostal Laskar, quien detalló que están todos llenos hasta mañana, al igual que el pueblo, que está con su capacidad máxima.
"Es en las temporadas altas cuando se propicia la generación del comercio irregular que capta la demanda no atendida", aseveró Góngora.
El hostal Puritama también está completamente copado, según relató una de sus trabajadoras, Sandra Rial, quien reafirmó que hay bastante gente, por lo que es muy importante reservar siempre con antelación.
"Lo recomendable para los visitantes es que reserven con un mes de anticipación y que se aseguren que sea en lugares establecidos, porque hay muchos clandestinos que publican en Internet, lo que es un riesgo e influye de forma negativa", recomendó Sandra Rial.
5.000 habitantes tiene San Pedro, según censo. Y se estima que en temporada alta, esta cifra se triplica.
400 mil personas llegarían durante el año, mayoritariamente los fines de semanas largos y en época estival.
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Publicado el 03 de noviembre de 2018
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