El otro flanco de SQM. Practicas antisindicales

A las complicaciones que el denominado caso Cascadas trajo al grupo de empresas en torno a SQM y a uno de sus principales accionistas, Julio Ponce, se podrían sumar los efectos de una serie de gestiones realizadas por trabajadores de la empresa por sus condiciones laborales.

Esta semana, la Union Steel Workers (USW), único sindicato del rubro y una de las agrupaciones de trabajadores más poderosas de Norteamérica, envió a la Federación número 3 de trabajadores de Soquimich, la copia de una carta enviada a Potash Corp (empresa canadiense poseedora de un 49% de SQM y con intenciones de crecer) donde hace un paralelo entre las condiciones laborales de esta empresa y la de los empleados de SQM en Chile. La misiva forma parte de una estrategia para involucrar a la socia canadiense de SQM en el conflicto que esta sostiene con sus trabajadores.

La carta es sólo la última movida en una ofensiva adoptada por la agrupación de trabajadores chilenos, que comenzó en marzo de 2013 cuando la federación, patrocinada por la Confederación Nacional de Trabajadores del Cobre y la CUT -ambas representadas en la acción legal por sus respectivos presidentes-, demandó a SQM ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), acusando prácticas antisindicales que vulneran los artículos 97 y 88 del convenio suscrito entre el organismo y el Estado chileno.

Entre las denuncias, los trabajadores incluyeron el condicionamiento del pago del bono por cumplimiento de metas a la aceptación de la negociación colectiva anticipada, acción que fue sancionada por la Corte Suprema, y una serie de accidentes laborales, entre ellos la explosión de un camión que causó la muerte de seis empleados de SQM en 2010.

La acción se complementó con el antecedente del viaje realizado en noviembre pasado a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) por una delegación de la CUT, encabezada por su presidenta Bárbara Figueroa, para denunciar al Estado de Chile ante la Corte Interamericana de DD.HH (CIDH) y que utilizó el caso de SQM como uno de los ejemplos de prácticas antisindicales durante su exposición.

La demanda de los trabajadores de SQM fue tramitada por la OIT que envió al Ministerio del Trabajo un requerimiento que aún no ha sido contestado por la cartera. Lo que no se sabía era que los empleados de la empresa habían hecho extensivos sus reclamos a Potash Corp, la compañía socia de Ponce Lerou.

Por eso, durante su estadía en Ginebra a comienzos de 2013 para presentar y explicar la demanda, los trabajadores de SQM se contactaron con personeros de IndustriAll, una organización que agrupa a 50 millones de trabajadores de los sectores minero, energético e industrial, quienes gestionaron el nexo con la USW.

Tras meses de contactos, a fines de enero se concretó el viaje de una delegación de trabajadores de SQM, encabezados por el presidente de la Federación Nº 3 de la empresa, a Toronto y Saskatoon en Canadá, donde sostuvieron reuniones con sus pares de Potash Corp y también con miembros de la Union Steel Workers, además de concretar una cita con el gerente general de la empresa, Trevor Berg, a quien expusieron las denuncias.

Aunque Berg no adquirió ningún compromiso formal, la presión comprometida esta semana por la USW incluye solicitar al directorio de Potash Corp -seleccionada como uno de los mejores empleadores de Canadá en 2013- a intervenir en la situación a través de los miembros del directorio que la compañía tiene en SQM.