El conflicto con los pueblos originarios

El Consejo de Pueblos Atacameños (CPA), desde que se conoció el acuerdo entre SQM y Codelco para expandir la explotación del litio en el Salar de Atacama, manifestó su rechazo al sentirse postergados. Luego de conocerse el acuerdo y la negativa de las comunidades indígenas, se oyeron voces que llamaban a la calma y que invitaban a conocer bien el acuerdo.

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 11 de enero de 2024 Visto 152 veces

El Consejo de Pueblos Atacameños (CPA) inició una toma de la carretera que conduce hacia las faenas extractivas del litio en el Salar de Atacama. La medida fue adoptada, porque según sus declaraciones, no participaron del acuerdo entre la empresa privada SQM y Codelco para continuar con la explotación del litio en territorios que ancestralmente han ocupado.

Llama la atención esta medida de fuerza, cuando uno de los discursos del actual Gobierno siempre fue relevar la opinión de los habitantes de los distintos territorios, en políticas que provoquen una alteración medioambiental en los entornos en los que viven y se desarrollan.

Es más, luego de conocerse el acuerdo y la negativa de las comunidades indígenas, se oyeron voces que llamaban a la calma y que invitaban a conocer bien el protocolo de entendimiento entre ambas empresas, y las medidas para tener un menor impacto, especialmente, en los acuíferos del salar. En esos puntos se tomaron en consideración las inquietudes de las comunidades y se buscó entregar la mejor respuesta.

No se puede olvidar que el mismo Presidente Gabriel Boric se reunió con dirigentes de los pueblos atacameños y mantuvo el compromiso de incorporar sus planteamientos. Tal vez pensaron que podrían tener un rol más activo en la negociación y no enterarse por la prensa. Algo reconocido por el presidente del directorio de Codelco, quien manifestó que en el futuro tendrán mayor cuidado al momento de comunicar y aclaró que este tipo negociaciones son de carácter privado y regidas por leyes.

La intervención de la ministra y su próxima visita, además de agendar un encuentro con el Presidente, sirvieron para calmar las aguas y lograr que la manifestación se depusiera. Se esperará el contacto directo con las autoridades para aclarar las dudas y la molestia del CPA, aunque nadie asegura que el rechazo no seguirá.

 



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