Abren nuevos senderos para descubrir los atractivos del Valle de la Luna

INNOVANDO. Atendiendo al considerable incremento de visitantes al lugar, se están reformulando los horarios y realizando estrategias que contemplen resguardo de este místico lugar

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 02 de marzo de 2015 Visto 155 veces
Pronto se abrirá este auditorio con vídeos informativos
Son múltiples las actividades que se pueden hacer en el Valle.

El Valle de la Luna pertenece a la Reserva Nacional Los Flamencos-, por ello la Conaf en conjunto con la Asociación Indígena San Pedro de Atacama, están potenciando diversas iniciativas orientadas a mejorar el modelo operacional. Ya que el lugar por estar a tan sólo doce kilómetros del poblado atacameño, es el tour obligado para quienes llegan a conocer los atractivos del Desierto de Atacama.

La imagen de este lugar es una de la más promocionada a nivel nacional y en el extranjero, a raíz de sus increíbles postales que se formaron gracias a que por millones de años, intensos procesos han desgastado la Cordillera de La Sal; originando seductoras formas de erosión que semejan la superficie lunar, entre las que destacan los pliegues, quebradas, cavernas y pilares, entre otros atractivos que convocan a miles de visitantes que llego preferentemente a ver el atardecer. Una convocatoria que cada año va en ascenso y por ende potencia la necesidad de mejorar los servicios a los visitantes y de esta manera evitar eventuales daños.

HORARIOS

Lo primero que explica Manuel Cortés, administrador del  proyecto eco-turístico de la Asociación Indígena Valle de la Luna que reúne a las seis comunidades atacameñas, manifestó su preocupación por el cuidado de este lugar ancestral. El que en sus primeros años de boom turístico, durante la década de los 80 e inicios de los 90 tenía escaso al control de los visitantes, quienes acampaban, hacían fiestas y botaban basura en el sector.

En el año 2002 se suscribió un Contrato de asociatividad entre Conaf y la Asociación Valle de La Luna que permitió que esta organización indígena participara en la administración. En tal contexto, se han diseñado y ejecutado un conjunto de instalaciones turístico-recreativas que incluyen senderos, estacionamientos, señalética informativa y educativa, sumado a implementación de la prevención de riesgos. Todo  orientado a entregar a los visitantes servicios turísticos de calidad y también el uso público en el sector en vista de proteger los atractivos de esta área protegida. Pero hoy, nuevamente se implementaran cambios ya que la actividad turística sigue en aumento llegando a 7 mil 200 visitas mensuales en promedio.

“Estamos esperando que termine la temporada alta para cambiar todo el sistema de visitación. Ya pusimos precios diferenciados para la mañana un poco más barato que para la tarde ($2.500 y $3.000 pesos entrada general respectivamente). Eso nos ha ayudado a no estar tan congestionados como antiguamente”, explicó Cortés, quien agregó que el objetivo es lograr que las agencias de turismo también tengan horarios definidos.

“Vamos a poner horarios de visita diferenciados, no todos van a poder entrar a la misma hora como ocurre ahora que ingresan 400 personas a la vez durante la tarde. Me han citado a tres reuniones operadores turísticos diciéndome que esta medida no se puede hacer, que mataríamos el turismo, pero lamentablemente como el turismo está tan desordenado en San Pedro tenemos que llevar a cabo estas medidas”, dijo Cortes.

NUEVOS SERVICIOS

Otro de los aspectos que   atenderá el nuevo modelo operacional es la apertura de nuevos senderos con el fin de descongestionar los más tradicionales, vale decir, la Duna Mayor, Anfiteatro, las Tres Marías y el Cañón. “Estamos potenciando rutas más largas de trekking como Quebrada Honda, Vallecito y también poniendo en valor la historia de las minas de Sal (sendero Mina Victoria). Además estamos haciendo otros servicios de intereses especiales como la espeleología (estudio de cavernas). Hay varias cosas que están funcionando y no lo hemos dado a conocer”, dijo Cortes.

Asimismo, la apertura de nuevos senderos permitirá hacer valer la capacidad de carga estimada para los caminos actuales que fluctúan entre las 300 a las 80 personas.

Además, se están ampliando los servicios con la instalación de baños secos y una remozada infraestructura que incluye una cafetería que comenzó a funcionar hace unas dos semanas y una sala auditorio para proyectar videos informativos que estaría pronta a estrenarse. A ello se suma una plataforma de astronomía andina.

CONAF

La Reserva Nacional Los Flamencos que incluye siete sectores entre los cuales se encuentra Valle de la Luna, tiene como objetivo general la conservación de hábitat y poblaciones de flamencos, en tanto que para el sector es la protección de rasgos geológicos-geomorfológicos, que forman parte de la Cordillera de la Sal. Su nombre deriva de las conspicuas formas generadas por intensos procesos de erosión de aguas lluvias, aguas corrientes y vientos, explica el Director Regional de Conaf, Alejandro Santoro.

El sector Valle de la Luna, es el más visitado en la Reserva Nacional Los Flamencos, cuyos visitantes son hasta ahora  mayoritariamente extranjeros, aun cuando Se incrementa la presencia de chilenos. En la ejecución del contrato de Concesión CONAF­ Asociación Valle de la Luna, que ya tiene más de 10 años, se ha contado con el apoyo de la Municipalidad de San Pedro de Atacama, Conadi, así también de otros servicios como Indap. “Tenemos grandes desafíos para el presente y futuro cercano, los cuales atenderemos en conjunto con la Asociación Valle de La Luna más un conjunto de actores del territorio, así como también con instituciones públicas y privadas que están relacionada con este potente tema. Ya que nos encontramos en pleno proceso de construcción de este nuevo modelo operacional que mejorará sin duda este hermoso lugar”, indicó Santoro.

HISTORIA DEL VALLE DE LA LUNA

El Valle de la Luna, conocido  antiguamente como “Las salinas”, más allá de su uso turístico, tiene una importancia ancestral para la cultura atacameña. En primer lugar porque es reconocido como un punto de energización para las comunidades indígenas, teniendo entre sus llamativas dunas y montañas, cuatro lugares ceremoniales o Apus, uno de ellos en Las tres Marías.

Además antiguamente se extraía sal alita (comestible), para ser utilizada en trueques con culturas del noroeste argentino o para uso medicinal, para este último punto, los yatiri, preferían sacarla en luna llena cuando había una mayor concentración de energía.

También se extrajo sal para uso industrial y sal para curtir el cuero. Estas actividades se realizaron hasta la década de los 80, época en que se comienza a extraer la sal de mar con menores costos y florecen las primeras actividades turísticas en el sector. 



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