Baja de consumo y pagos ponen en riesgo el suministro de electricidad y de agua potable en San Pedro

EMERGENCIA. Los ingresos bajaron cerca de 50% en el mes de marzo, dificultando la continuidad operacional de las plantas, que podrían racionar estos servicios.

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 30 de abril de 2020 Visto 162 veces

La paralización de la actividad turística de San Pedro de Atacama por efecto del COVID-19, afecta también a la Cooperativa de Electricidad (Cespa) y al Comité de Agua Potable Rural (Capra), que realizan gestiones para no verse en la obligación de racionar sus servicios. Esto, debido a la baja que ha experimentado el consumo y el pago de las cuentas, que en marzo se tradujo en 50% de menores ingresos para las organizaciones.

La concejal Marcela Ramos, quien integra el directorio de Cespa, explica que "en febrero el ingreso fue de $206 millones y en marzo bajó a $90 millones, mientras que los costos de generación son de $180 millones". Descenso de recursos que no podrán solventar más allá de uno o dos meses e incluso ya se piensa en racionalizar el suministro, pasando de 24 a 8 horas de electricidad.

2 mil usuarios

La presidenta de la Cooperativa, Roxana Bruna, en tanto, detalla que en San Pedro y Toconao tienen alrededor de 2 mil usuarios, y que sus costos son altos, pues sus generadores funcionan con petróleo y gas natural. Es por eso que han solicitado ayuda a la empresa privada, comunidades indígenas y al gobierno regional, sin tener respuesta hasta ahora.

"No podemos dejar a nuestra gente sin suministro, sobre todo ahora que estamos en esta emergencia, en cuarentena, con todo el mundo en sus casas, porque cortar la luz sería aumentar su estrés y se verían sobrepasados. Por eso necesitamos juntar las platas para seguir operando, además este mes esperamos que baje más, a $40 millones", dijo la dirigente, quien recalcó que junto con el combustible, tienen gastos en mantención y sueldos.

Piden convenios

Una situación similar atraviesa Capra con una baja del 50% de sus ingresos, según explica su tesorera Karen Luza, quien detalla que el Comité abastece de agua potable a San Pedro, Socaire, Cámar, Río Grande, Machuca, Guatín y Toconao; y que también tiene un costo de operación de $180 millones que se destinan a combustible, hipoclorito, repuestos y sueldos.

"Desde el 24 de marzo hemos solicitado subvenciones a la municipalidad, intendencia, Dirección de Obras Hidráulicas y el Consejo de Pueblos Atacameños. Han acusado recibo, pero no nos han dado una respuesta y nuestro único fin es mantener el suministro, porque este Comité no tiene fines de lucro", sostiene Luza, quien precisó que tienen 2.500 conexiones y arranques de agua.

En este mismo sentido, la tesorera aseguró estar extrañada que "los hoteles grandes sean los que más convenios, repactaciones, nos han pedido, mientras que la gente más humilde de los pueblos es la que está pagando. Nos piden dividir la cuenta, incluso, de febrero en que no teníamos COVID-19 todavía y es precisamente la gente que más dinero ha ganado con San Pedro, lo que considero inconcebible".

Respecto de la solicitud de ayuda de Capra, el presidente del Consejo de Pueblos Atacameños, Sergio Cubillos, dijo que "requiere un análisis por parte de la asamblea", así como el estudio de algunos datos comparativos para "avanzar en una futura ayuda".

Trabajan en el recalculo del subsidio

Respecto de la situación que atraviesa la Cooperativa Eléctrica de San Pedro de Atacama (Cespa), el seremi de Energía, Aldo Erazo, informó que la entidad, solicitó apoyo al Gobierno Regional producto de la crisis sanitaria por la propagación del COVID-19. "En este sentido el Ministerio de Energía junto al Gobierno Regional, nos encontramos trabajando en el recalculo para entregar un subsidio, a fin de evitar efectos que pudieran tener un impacto en la comunidad", detalló.



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