Hace unos días vivimos unas elecciones bastante particulares, donde muchos nos sorprendimos con los resultados y mas aun con quien ganó la elección presidencial.
El 18 de octubre de 2019 tuvimos un estallido social, donde la gente salió a las calles a protestar por las injusticias sociales ocurridas en estos 30 años de “democracia”, se pidió a las autoridades que se bajaran del pedestal en el que estaban y pudieran ver la realidad de cada uno de los habitantes de este país llamado Chile.
Sin embargo, ese estallido social no solo fue para los gobiernos y los partidos políticos, también fue para nuestras organizaciones, también deberíamos tomar el llamado de ese estallido en la interna de nuestra propia sociedad sanpedrina.
Todos los que estamos dentro de una organización comunitaria hemos seguido el mismo modelo que tanto criticamos, nos volvimos un grupo selecto y con beneficios solo para unos pocos, olvidando que la construcción comunitaria y organizacional siempre debe ser con una amplitud que involucre a todos y todas.
Nos hemos equivocado, y bastante, cerrando parte de nuestras comunidades impidiendo que nuevas fuerzas, ideas y liderazgos surjan para el bien de nuestra lickana.
Hoy tenemos un conflicto marcado por el rencor, principalmente por las decisiones que realizamos, olvidando que todo acuerdo que tomamos, no solo afecta a nuestras bases, si no también a todo un pueblo, a toda una comunidad y a toda una generación que viene por delante.
No podemos seguir en este camino, aun estamos a tiempo de realizar los verdaderos cambios, de aperturar nuestra visión, abrir el espacio a todos nuestros hermanos que quieren aportar.
Vemos con alegría nuevos liderazgos como el de nuestro Pitchau Félix Galleguillos, pronto vamos a elegir a un nuevo consejero nacional indígena y en todo el territorio se puede apreciar la fuerza joven que quiere trabajar por su pueblo.
Por eso, a través de autocrítica como lickanantay, es que llamo a todos a buscar mas puntos de encuentro que diferencias, si fuera necesario, humildemente pedir perdón a todos los hermanos y hermanas que se han visto perjudicados por nuestras decisiones, a aquellos que le cerramos la puerta, aquellos que no supimos atender cuando era necesario.
Somos un pueblo que ha vivido históricamente muchos procesos, que nos han dejado heridas dolorosas, pero creo que es hora de sanarlas y enfrentar unidos lo que se viene, no solo como nación Lickananaty, sino como una sociedad diversa, donde muchos han venido a aportar y ha ser parte de nosotros.
De mi parte, pido humildemente perdón, a quienes a través de mis decisiones como dirigente pudieran haberlos dañado o afectado de forma significativa.
La vida da oportunidades de aprendizaje y estoy tomando las lecciones que me va presentando.
Un abrazo fraterno y espero podamos empezar un nuevo día encontrándonos con nuestras virtudes y defectos.
Sanki Sanki.
Tweet
Publicado el 28 de noviembre de 2021
Visto 827 veces
