Acerca del día de todos los difuntos y todos los santos

Es verdad que los tiempos han cambiado, que la cultura se va adaptando porque está viva pero también no deja de ser cierto que nos la llevamos copiando celebraciones externas que nada tienen que ver con nuestras tradiciones.

Respetamos enormemente la practica de culto, de libertad para elegir que celebrar o no celebrar pero les pedimos que den una mirada hacia atrás de vez en cuando para ver que tanto nos alejamos de nuestras raíces, costumbres y prácticas tradicionales, preguntemos a los abuelos que significan estas fechas y cómo hacían antaño cuando no existía la nominación "Halloween" y que hoy por hoy, muchos de nosotros que nos decimos tener raíces originarias celebramos y enseñamos a nuestros hijos una copia que es totalmente ajena a nuestra realidad.

El día de los difuntos otrora y aún se hace en los pueblos del interior, uno se prepara para recibir a los difuntos, se hacen altares de bienvenida ornamentados con comida, "gustos" que tenían nuestros difuntos, se reúne la familia a preparar panes, angelitos, palomitas, queques, etc. generando una instancia de reflexión, de recuerdos y añoranzas respecto de la "visita" o "visitantes" y se los recibe porque ellos vienen a visitarnos, si bien es cierto es una tradición, esta misma reafirma la conexión con nuestros seres queridos que ya han partido, es así como ese día, el alma de ellos (ajayu) se conecta con nosotros y por eso se dedica ese momento especial donde practicamos lo que se podría mencionar como "nadie muere mientras viva en nuestros pensamientos o recuerdos".

Al día siguiente, la "visita" es despachada, la familia concurre al cementerio a arreglar la tumba, adornarlas con muchas coronas, flores, también se utiliza en algunos lugares, la interpretación de temas que le gustaba a nuestro difunto interpretadas por las bandas de bronce locales, eso a modo de despachar con alegria al ser querido para que su alma se vaya regocijante. 

Nuestra cultura sufrió sincretismo con la religión por lo tanto también algunos les rezan tanto en el altar como al tiempo del "despacho", la idea es poder celebrar a nuestros difuntos como antaño se hacía y sino se pueden reunir por lo menos en casa colocar una foto, adornar con flores un altar familiar para esa alma que muchas veces invocamos en momentos de pena o dolor pero olvidamos una vez que dejamos su cuerpo en el cementerio.

Ojalá esto sirva como ilustración para que dejemos de hacer copias de algo que ni siquiera sabemos que significa y retomemos prácticas que nos ayudarán como familia, como personas y como originarios que somos. Y si alguien, tiene en su memoria, recuerdos de cómo se celebraba en su pueblo esta fecha, agradeceremos compartirla si preguntan o conversan con sus abuelos sabrán más, ellos saben de lo que nosotros nunca preguntamos pero si lo hacen, se darán cuenta que en ellos viven muchas de nuestras costumbres y tradiciones, no esperemos que desaparezcan y partan junto a ellos sin dejar ese conocimiento a los nuestros.