Columna del Agua

Habitantes del territorio, sabemos que uno de los recursos más importantes para la vida es el agua, nuestra PURI, quien permite dar vida a nuestro querido territorio, dando la posibilidad de tener esta larga historia de 12.000 años. Lamentablemente en este país el agua es privilegio de unos pocos, donde se prioriza su uso para el modelo extractivista implementado por Chile desde hace siglos, según encuestas el 97% de la población establece que el agua debe ser garantizada en la nueva constitución estableciendo el consumo humano como prioridad.

En nuestra comuna este recurso es escaso, estamos en el desierto más árido del mundo, muchos de nuestros poblados aún no cuentan con un sistema que garantice el agua potable, quedando en épocas de emergencia sin agua por períodos bastante largos, lo que propicia un escenario sanitario bastante preocupante, además de otras dificultades.

Es por ello que a través del municipio debemos ser capaces de mejorar esta situación, donde necesariamente se debe trabajar en una mesa público – privada, donde podamos establecer caminos para la solución definitiva para asegurar el servicio a todos nuestros vecinos.

Así también, es necesario intercambiar experiencias, entre los distintos APR de nuestra comuna, esto genera conocimiento y también redes de gestión para poder encaminar una administración hídrica mucho más completa, generando proyectos en conjunto que puedan ir en la solución de las problemáticas asociadas al agua. Es tarea de todas y todos por resguardar este recurso, pero por sobre todas las cosas defender nuestras aguas del modelo extractivo actual, donde las mineras han secado humedales y bofedales, incluso afectando a poblados, dejándolos en la más absoluta incertidumbre respecto a la gestión hídrica en el futuro.

Es inconcebible que, en la actualidad, las mineras de la zona extraigan más de 3.000 litros por segundo de agua, versus 200 litros que utiliza la población, esto nos demuestra las prioridades de parte del estado. A través de nuestros constituyentes tenemos la posibilidad de cambiar esta mala regulación y la priorización de este recurso tan preciado por todos, cambiando el actual código de aguas, donde se priorice el uso universal para consumo humano, donde las mineras deban buscar a través de nuevas tecnologías mejorar sus procesos sin la necesidad de extraer agua de los sectores alto andinos, disminuyendo los impactos de la sobreextraccion de nuestra puri. El trabajo mancomunado, con nuestras comunidades indígenas, Consejo de Pueblos Atacameños y todos los habitantes del territorio, dará fruto a tener una mejor gestión del recurso hídrico, a través de nuestros comités, dando el acompañamiento técnico necesario, para mejorar la administración y entregar un mejor servicio para nuestros vecinos y vecinas.

Es momento de cambiar el rumbo, es momento de que nuestras aguas y ríos fluyan libremente, que nuestros agricultores puedan regar sus cultivos, que nuestros niños puedan proyectar sus vidas en su territorio y no que tengan que emigrar desde su poblado a otro por la falta de agua.

Reflexionemos cada uno cómo podemos aportar para asegurar este recurso, que acciones podemos establecer en conjunto para salvar la vida en nuestro San Pedro de Atacama, que sin duda necesita de cada uno de nosotros para no ser depredado por la gran minería y el brutal extractivismo.