¿Qué debiésemos hacer luego de pasada la crisis?

El 3 de Marzo se presentó el primer caso de Covid 19 en nuestro país. En poco menos de un mes, ya nos tenía de cabeza. Y hasta la fecha en que escribo observo a mi alrededor, y aún me cuesta entender muchas cosas:

*¿Cómo llegamos a esto? Y podríamos especular con teorías conspiracionistas entre chinos y otras potencias mundiales. Intereses políticos y económicos. Y muchas otras aristas ante esta pandemia tan particular.

*Vemos líderes cuyos valores parecen trastocados, priorizando temas políticos y/o económicos, antes que la vida humana. Entre otros, y como ejemplos gráficos, tenemos a Italia, y muy cerca nuestro a Brasil.

*Pero no todo se concentra hacia “arriba”. Leí de un señor que llegó a la Vega de Calama y quería vender los sacos de papas a un precio menor, y fue muy criticado, no sólo por sus pares (los otros camioneros), sino igualmente los propios feriantes que pretendían fijar un precio mayor. O sea colusión de precios, no sólo se da en las grandes empresas.

*Y veo todos los días en las noticias acerca de personas que no respetan las indicaciones de las autoridades. Con explicaciones que rayan en la ridiculez. Un egoísmo casi exacerbado, pensando sólo en sí mismo, y demostrando muy baja o nula empatía por los demás.

Así pues, veo toda clase de comportamientos y conductas. Toda clase de reacciones. Toda clase de pensamientos. Buenos y malos. Y de manera transversal. Independiente de ideologías, clases sociales, y aún de factores culturales. En el fondo es la esencia misma de nosotros como seres humanos.

Y luego de reflexionar en todo ello, creo que podemos optar por dos posturas. Tal vez otros vean otras aristas más, pero mi propuesta apunta a estas conclusiones:

En primer lugar, esta circunstancia que estamos viviendo nos demuestra, una vez más, lo frágiles que somos ante situaciones que no podemos controlar como quisiéramos.

Y ante ello reaccionamos, como todo ser humano racional. Pero ¿cuál debiese ser nuestra reacción más adecuada? Y entonces viene mi propuesta:

a) Podemos seguir despotricando contra todo aquello que consideramos, desde nuestro punto de vista, no se ajusta a lo que queremos, o quisiéramos ver.

b) Podemos detenernos un poco más, y reflexionar, tomando esta situación como una oportunidad.

En el primer caso, me parece que, fuera de descargar todas nuestras frustraciones ante situaciones que difícilmente podremos controlar. Y por tanto el ejercicio se convierte en un desgaste innecesario. Me parece que no es el camino más adecuado para enfrentar lo que estamos viviendo, y lo que se viene. Nada halagador por cierto.

En el segundo caso, debemos considerar la fragilidad de nuestro sistema de vida como parte de esta Comuna de San Pedro de Atacama. Todo gira en torno al turismo. Son muy pocas las actividades que no estén directamente relacionadas con ello. Y ahora que la máquina se detuvo ¿qué debemos hacer para volver a ponernos de pie, luego de esta caída imprevista?

Entiendo que no es fácil el reconvertir una industria como ésta, el turismo, en algo diferente. Pero me parece una tarea imprescindible pensar en ello.

Y me surge aquí una pregunta: ¿qué hará Italia, España, y otros países que, al igual que nosotros, el principal motor económico es el turismo? ¿piensan ustedes que simplemente dirán “Bueno, ahora ya no podremos seguir viviendo del turismo como antes, así que ahora nos dedicaremos a otra cosa”.?

Mi humilde invitación es a aprovechar este tiempo, este encierro obligatorio, esta detención imprevista de la maquinaria, como una oportunidad de volver a pensar en cómo hacer mejor las cosas. 

Frente a la fragilidad de nuestra principal fuente de divisas, ¿qué debiésemos hacer luego de pasada la crisis? ¿seguiremos haciendo las cosas de la misma manera? ¿habrá otra manera más apropiada para volver a encantar a cientos de personas a venir? ¿algunos podrán reconvertirse y ofrecer otro tipo de servicios? ¿u ofrecer lo mismo, pero de diferente manera?

Son sólo algunas, de las cientos de preguntas que nos podemos hacer. Tiempo… hay.