Alcalde de Sacrificio (Un análisis político)

Un antiguo y prominente ciudadano, hace unos 3 años, recusó la opción que le ofrecían otros destacados, de presentarse como candidato para alcalde, diciendo que le hablaran para la elección del 2020, ya que en realidad, a quien le tocara reemplazar a Sandra Berna, si se daba el caso, encontraría tal desastre que se iba a quemar. Así que el postularía en ese momento. A decir verdad, el honorable residente no creía realmente que a la Sandrita le darían vuelta la espalda con tan gigantesca ingratitud.

Así llegó Catur, un alcalde de sacrificio, útil para hacer limpieza y despejar caminos. Y se encontró con un desastre. Desastre que requeriría, para salir airoso, un genio de la política.

Pero no. Ni hablar de genialidad.  Este buen señor no tiene ni la más mínima inteligencia política. Así que obviamente se le complicó la situación. Incluso está en un juicio de destitución.

Aunque en ese plano últimamente ha recibido respaldos de parte de varios sectores, algunos que se mueven muy discretamente, que hacen creer que es muy improbable que lo saquen vía judicial mediante, para desmayo de la concejala Ramos, que harto ha apostado a esa opción. 

Pero el buen señor insiste en meterse en problemas y generarse situaciones incomprensiblemente torpes.

Por ejemplo, ¿que hace doña Zarina Guamán, profesora de poca residencia en el pueblo, fungiendo como directora (subrogante) del Departamento de Administración Educacional Municipal (DAEM)? Ni siquiera está en vistas, al menos al momento de escribir estas líneas, el lanzamiento del concurso que debería designar legalmente a una persona capacitada en tan delicada labor. La señorita Guamán ni siquiera podría participar en dicho concurso, en virtud de la inexistencia de un curriculum adecuado a tal función. 
Al decir de los rumores al interior del municipio, (que me llegan sin pedirlos, que le vamos a hacer) su mayor mérito es su amistad con don Aliro.

Cierto que la doñita Sandra también tenia a su mejor amiga de administradora municipal, pero nadie discutiría las capacidades profesionales de Patricia. Aunque sus  proyectos no funcionaran muy bien.
Lo que hace el asunto más torpe es que hay varias personas que podrían haber asumido la subrogancia con mejores pergaminos. También se podría haber programado el concurso,  sabiendo que la directora anterior se iba.

Otro triste ejemplo: Don Aliro estaría construyendo una especie de terminal propio para su empresa de buses Ktur. Pero este debe ser un mal intencionado rumor, porque ese descenso de la inteligencia sería absolutamente impensable en un ser racional de nuestra especie.

En fin, don Aliro parece estar un poco confundido. Y no parece que alguien en su equipo jurídico o político le aconseje propiamente. Si es que tal equipo existe. 

Podría alargarme, con más y más ejemplos. Pero con estos basta y espero que el director de este aparato en el que escribo se digne investigar seriamente estos, como ha investigado otros,  superando su más que clara parcialidad a favor del alcalde. Dicho sea de paso, nobleza obliga, agradezco que este escrito salga a luz justamente aquí, aunque tenga yo importantes diferencias con este caballero (me refiero al director).

Por otro lado, ya se está preparando la sucesión del caballero Catur. Desde la derecha, se busca la manera de que el hundimiento de este personaje no arrastre  al sector. Difícil lo tienen.

Por el lado sandrista o concertacionista o como se llamen a esta altura, que se puede decir, no hay mucho de donde elegir. Quizás la concejala Véliz, que es la única que ha mostrado dos dedos de frente, interés real por la gente, una sana cuota de ambición y una voluntad de prepararse. Lamentablemente en política no basta con esas cosas y ya hemos visto que no es el más aplicado el que obtiene los mejores trabajos.

Una cosa es que haya voluntarismo y ganas de hacer algo, otra muy distinta que exista capacidad. Los demás concejales no dan mucha esperanza, sobresaliendo entre los cinco restantes doña Marcela Ramos, pero por su increíble falta de capacidad autocrítica y su temible capacidad de autoengaño. Ojo, hablamos solo en términos políticos, a la concejala no tengo el gusto de conocerla socialmente. 

Pero le recordaríamos que cada vez que Sandra Berna ha nombrado oficialmente o con cierto bombo a un sucesor, más bien ha sido un fiasco para los nombrados. Pregúntenles a Rubén Reyes y a Nazario Tito. 

Pero por lo que ya hemos visto de ella, si llegara a ser alcaldesa, seria salir de las brasas y caer en la sartén. Una continuidad en la falta de capacidad sumado al regreso de algunos personajes de mal recuerdo.

Don Nazario Tito podría tener alguna opción, pero no se le ve una voluntad política muy definida. La ambición debería notarse y el no se compromete mucho.

Si no menciono a los otros concejales es porque su desempeño, o falta de desempeño hace que ninguno sea muy memorable.

En política todo puede cambiar. El perdedor de ayer puede ser el gran triunfador del futuro. Hasta podríamos asistir a la resurrección de don Aliro. 

En cualquier caso, hay un vacío de conducción, liderazgo real. No ese liderazgo de juguete de las organizaciones sampedrinas y sus dirigentes mediocres que mencioné el mes pasado, sino uno consistente, fuerte y que sepa para donde vamos. Donde vamos en realidad.

Pero falta un actor importante. Todos esos que se quejan por no tener participación ni arte ni parte; esos que reclaman en el Facebook pero no se molestan en ir a votar; esos que somos afuerinos. Por dios que necesitamos una bandera, un liderazgo, alguien que levante este pueblo y nos permita hablar de futuro, pero en serio.

Tenemos un alcalde de sacrificio. Aunque llegue a completar sus cuatro años, así como va, pasará a la historia como una patética transición.

Quedan dos años y algo más. El reloj corre y este debería ser el tiempo, para los que tengan la avidez, de lanzarse a la carrera. Si les sirve de acicate, tengan claro que no hay ningún corredor muy adelantado en este momento de nuestra historia.