Carta Abierta: Puntos Críticos e Irregularidades en el Qhapaq Ñan-Chile

Envie este Recorte Versión de impresión de esta Opinión Publicado el 07 de octubre de 2011 Visto 255 veces
Carta Abierta al
Sr.
Lautaro Núñez Atencio
Consejero Consejo Nacional de la Cultura y las Artes
Consejero Consejo de Monumentos Nacionales
Presente

De mi personal consideración:

A través de la presente me es necesario manifestar algunas situaciones y hechos que se sucedieron en la Unidad Técnica Qhapaq Ñan-Chile que depende directamente de la Secretaria Ejecutiva del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN).

Desde el punto de vista técnico me desempeñe en la Oficina del Consejo de Monumentos Nacionales de San Pedro de Atacama como arqueólogo supervisor de los diversos proyectos desde el 01 de Diciembre del año 2009 hasta el 15 de Noviembre del 2010, fecha en la que el Subsecretario Subdere Miguel Flores solicita mi renuncia a petición del Sr. Oscar Acuña, entonces Secretario Ejecutivo del CMN por razones de “buen servicio”.

El proyecto Qhapaq Ñan-Chile desde sus orígenes (año 2001) contemplo la construcción de una planificación multi e interdisciplinaria en la cuál participaron importantes especialistas nacionales en la materia quienes participaron en los diversos encuentros y reuniones técnicas que se desarrollaron en los seis países que integran este proyecto y fruto de este largo trabajo, el año 2006 estos esfuerzos se cristalizaron en la elaboración de un PLAN DE ACCIÓN REGIONAL PARA UN PROCESO DE INTEGRACIÓN Y COOPERACIÓN  DEL QHAPAQ ÑAN O CAMINO PRINCIPAL ANDINO que contiene las directrices operativas que guiarían la ejecución de los proyectos que se desarrollarían en los países participes del proceso.

En el caso de Chile los recursos para financiar las iniciativas fueron proporcionados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) quién a través de un préstamo otorgado al Gobierno de Chile conformo el Programa Puesta en Valor del Patrimonio administrado por la Subsecretaria de Desarrollo Regional y Administrativo entidad que creo un ítem presupuestario para financiar las iniciativas que la Unidad Qhapaq Ñan presentó.

Sin embargo, en Chile desde el año 2007 hasta Febrero del 2011 el proceso de postulación liderado por la Secretaria Ejecutiva del CMN ha dilatado la presentación del expediente de nominación debido a las siguientes irregularidades que como funcionario Subdere-CMN pude observar cuando me desempeñé como profesional en la oficina San Pedro de Atacama.

1.De acuerdo a lo señalado por el CMN el año 2008, los avances de Chile involucraron la puesta en marcha de proyectos y planes de manejo en las áreas de patrimonio y valoración arqueológica, recursos naturales y territorio, desarrollo comunitario y turismo sostenible, entre otros, involucrando de este modo la participación de actores públicos, privados y locales y que a la fecha han involucrado el gasto de más de $ 1.100.000 de pesos.

2.En relación a lo anterior, cabe destacar que en la práctica la Unidad Técnica Qhapaq Ñan nunca conformo un staff estable de profesionales de las diversas disciplinas involucradas como arqueología, medio ambiente, antropología, conservación, geografía y arquitectura y prueba de ello fue la rotación y el despido de una serie de funcionarios (Antropóloga Isabel Cuadro, Ingeniero Ambiental Antonio Cruz, Arqueólogo Manuel Cornejo, Arqueólogo Ulises Cárdenas, Arqueóloga Mónica Bahamondes) que no compartieron los criterios técnicos ni metodológicos que las jefaturas de la Unidad Técnica QÑ quisieron y han impuesto al proyecto desde que ésta  tomo una nueva dirección el año 2007.

3.Por otra parte, uno de los errores más gravitantes llevados a cabo por las jefaturas de la Unidad Técnica Qhapaq Ñan fue haber elaborado diversas bases de licitaciones de los proyectos que fueron ingresados al Sistema Mercado Público sin haber pedido la asesoría y el apoyo técnico de los especialistas nacionales y regionales que evidentemente podrían haber enriquecido este proceso.

4.Debido a lo anterior muchas de estas bases fueron mal diseñadas y las licitaciones en términos cronológicos fueron mal estructuradas realizándose simultáneamente una serie de estudios e investigaciones en los tramos nominados que generaron entre las comunidades indígenas locales una serie de aprehensiones y cuestionamientos.

5.De esta forma se puede señalar que las licitaciones fueron evaluadas con criterios dispares y por funcionarios de SUBDERE y CMN que no poseían conocimientos acabados en temas tan especializados como medio ambiente, arqueología, antropología, geografía, etc.

6.Como consecuencia del despido de los profesionales de la Unidad Qhapaq Ñan San Pedro de Atacama, la responsabilidad de evaluar y hacer seguimiento de los resultados de las más de 15 consultorías adjudicadas recayó en un equipo sin competencia en la materia conformado fundamentalmente por arquitectos, geógrafos, ingenieros comerciales y abogados que no poseen los conocimientos antropológicos y arqueológicos necesarios para evaluar los productos solicitados y lo más delicado es que fue este grupo de profesionales los que aprobaron y dieron V° B° para el pago de las consultorías que en conjunto involucraron el gasto de más de $ 900.000.000.

7.En su gran mayoría, tampoco hubo coherencia entre los productos solicitados en las bases y en los productos entregados ya que debido a la falta de dirección y de criterio del equipo evaluador hubo consultorías que entregaron resultados bastantes deficitarios ya que en las reuniones técnicas de supervisión fue común el cambio de orientación y la improvisación en los criterios técnicos que se apartaban de lo dicho en las bases de licitación.

8. En relación a lo anterior cabe señalar que en ningún momento la Secretaria Ejecutiva del CMN y menos el Cuerpo de Consejeros del CMN tomo en consideración la calidad curricular y la experiencia de los miembros que conducen el Proyecto Qhapaq Ñan-Chile y aunque se destaque como fortaleza la participación de algunos profesionales de esa unidad en un proceso de postulación en México, se desconoció y no considero la experiencia de algunos profesionales chilenos que también han participado en procesos similares.

9.Por otra parte, las jefaturas del Proyecto Qhapaq Ñan nunca propiciaron la socialización de los resultados de las consultorías entre la Comunidad Arqueológica o Antropológica de Chile (ya sea a través de la Sociedad Chilena de Arqueología, Colegio de Arqueólogos de Chile o Colegio de Antropólogos de Chile AG.), permitiendo de esta forma generar un feedback que permitiera reconducir y realizar comentarios y observaciones que permitieran mejorar los productos que se exigían en cada licitación.

10.En este contexto, una de las falencias más graves del proceso fue por parte de la Unidad Qhapaq Ñan no haber propiciado instancias de traspaso de información entre los diferentes componentes o licitaciones adjudicadas. De esta forma y por ejemplo nunca hubo interacción entre las Consultorías de Etnografía y Arqueología que permitieran generar un trabajo complementario y de esta forma generar canales de comunicación que permitieran fortalecer interdisciplinariamente el proceso de nominación.

11.Tampoco se ha desarrollado y considerado el aspecto jurídico y las implicancias que este proceso de nominación conllevaría para el Estado de Chile en los marcos de la Ley 19.253 y el Convenio N° 169 de la OIT ya que muchas veces el abogado de la Unidad Qhapaq Ñan señalaba que no había que inmiscuirse en complejidades.

12.Otro de los aspectos más delicados del proceso de conducción del Proyecto es la calidad de doble contratación que poseen algunos funcionarios de la Unidad Qhapaq Ñan CMN que actúan como trabajadores bajo la figura de bienes y servicios para el CMN pero por otra parte conforman parte del equipo de las consultorías e incluso las evalúan.

13.En la actualidad la Unidad Técnica Qhapaq Ñan ha llevado a cabo un mediático y  simplista trabajo de relaciones, negociaciones  y vinculaciones con las comunidades realizando una gran cantidad de reuniones que no han tenido otro objetivo que presentar y representar recurrentemente el proyecto y la trascendencia que éste puede tener para las comunidades, sin considerar la dinámica propia de las organizaciones indígenas y los deseos y anhelos que ellos aspiran en relación al manejo y la puesta en valor de su patrimonio cultural.

Es mi deber como profesional de la arqueología y como ex funcionario público dar a conocer estos críticos puntos en la conducción del Proyecto Qhapaq Ñan ya que no es posible que un proyecto tan emblemático y trascendente para el Estado de Chile como el “Camino Principal Andino” haya perdido su orientación y visión original y es de esperar que las nuevas autoridades puedan, considerando los antecedentes expuestos, darle continuidad a este importante proyecto patrimonial.

Sin otro particular,

Atentamente

Ulises Cárdenas Hidalgo
Licenciado en Arqueología
Universidad de Chile

Ulises Cárdenas Hidalgo
Licenciado en Arqueología
Universidad de Chile
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