Se realizó feria municipal, a pesar de las controversias.

Envie esta Noticia Version de impresion de esta Noticia Publicado el 12 de mayo de 2020 Visto 542 veces
Esa es la actitud
Si, fue bastante gente
Los inspectores
A este caballero se le cayó la mascarilla
Seguridad ante todo

Este lunes se realizó la feria en la que el alcalde se había empeñado. Si bien no fue de tan gran afluencia como la tradicional “feria de los abuelos” que se realiza en conjunto con el pago mensual de los jubilados (fue el 7 de mayo) si se vio más gente de la que hubieran deseado los detractores de la idea. Por lo demás solo fueron quince puestos, la mayoría de verduras, muy lejos de la feria normal que se hace mensualmente.

En esta feria además el municipio “estrenó” a los inspectores municipales recién contratados, que pasaran a formar parte de la nueva planta municipal y que tendrán facultades de fiscalización de las ordenanzas vigentes en la comuna.

No somos analistas o críticos de ferias, pero está claro que esta fue completamente innecesaria. Lo habíamos planteado, junto a muchas otras personas e instituciones, antes de la realización y después más claro queda que no fue ningún aporte real ni a la economía ni a la sociedad sampedrina en la situación que nos tiene esta pandemia.

Así que parece aun más desproporcionado el riesgo que se corrió, considerando los problemáticos beneficios. Además que las precauciones y prácticas o “protocolos” de seguridad no fueron tan rigurosos como se anunciaron.

Incluso se produjeron situaciones muy negativas, como la prohibición de que los comerciantes que habitualmente venden en ese mismo sector de que ese día pudieran trabajar. Suponemos que esa gente tiene sus permisos para estar permanentemente instalados y no encontramos la justificación de que se los haya excluido.

Naturalmente, nuestras consultas al municipio no recibieron respuesta al cierre de esta nota, así que nos tomamos la libertad de reproducir parte de lo publicado por el propio municipio en su Facebook:

“La feria que permitió el abastecimiento de vecinos y vecinas, evitando así que viajen a Calama, se implementó con estrictas medidas de salud pública de la Municipalidad de San Pedro de Atacama y las direcciones de Salud, Seguridad Pública, Medioambiente, Aseo y Ornato, y la unidad de Fiscalización.

Al respecto, los funcionarios municipales midieron la temperatura corporal, higienizaron las manos con alcohol gel, entregaron volantes con mensajes educativos enfatizando lavado de manos, taparse la boca al toser y el distanciamiento social, y resguardaron el menor contacto posible entre los proveedores y compradores.

También, apoyando el cuidado de las personas que concurrieron hasta el sector ubicado al costado de bomberos, la agrupación Atacama Somos Todos instaló un "tunel sanitizador" que roció un alcohol desinfectante elaborado con algarrobo”

El mencionado “tunel sanitizador” era de uso voluntario.

Nos gustaría saber si la afirmación más importante del comunicado municipal, respecto a que el abastecimiento proporcionado por la feria realmente disminuyó los viajes a Calama está contrastada con algunos datos reales, posibles de conseguir ya que suponemos que se lleva alguna estadística en los controles de entrada a San Pedro. Eso también quedó sin respuesta.

Insistimos majaderamente: No hay un problema de abastecimiento en San Pedro de Atacama. Hay un problema económico de tener con que dinero comprar lo que se está vendiendo. Y en realidad para abastecerse no es necesario ir a Calama. Pero tampoco ir a una feria como esta.



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