Días inciertos en el municipio.

Al producirse la sorpresiva derrota de Sandra Berna, comenzaron días inciertos en la municipalidad de San Pedro. Muchos de los usuarios se habrán encontrado con la respuesta, “Eso la va a ver la nueva administración”. Esto va desde gente de comités de allegados que tenían mas o menos claro que la continuidad de Berna significaría buenas noticias para ellos, hasta organizaciones como la Cooperativa Eléctrica, que ha visto al como su negociación con el municipio por el comodato quedó en nada, hasta “que la nueva administración se haga cargo”.

Y así, licitaciones, negociaciones, acuerdos, decisiones, van a quedar todas para después del 6 de diciembre. Puede ser bueno, como indicador de que la administración aliente no quiere dejar cosas amarradas. Pero podría ser malo, si encontramos excepciones a esta nueva regla. Es decir asuntos que SI va a resolver la anterior administración, antes de que se instale Catur. Ahí el nuevo alcalde tendrá que estar atento.

En otro aspecto de la inseguridad, si uno conversa con funcionarios, de todo rango, se encuentra una mezcla de incertidumbre y/o resignado fatalismo: “No, si yo se que me voy el 31”. “No, si el caballero a mi me tiene mala” “Pucha, ojalá que no llegue cortando cabezas”, etc.

Sabemos que necesariamente va a haber gente que se va a ir. Los primeros, debieran ser los mandos superiores, los que tiene cargos de confianza de la alcaldesa. 

Sabemos que Catur ha declarado que no va a llegar cortando cabezas y que “no llegaré a cambiar a todo el personal”.

Pero también sabemos que se está armando una asociación de funcionarios e incluso un sindicato de trabajadores a honorarios, entidades que existen en otros municipios, pero que a nadie se le había ocurrido crear aquí, en la época de Sandra Berna. Quien estaría a la cabeza de esta iniciativa sería la Secretaria Municipal, Roxana Aranda.

Suma también a la incertidumbre las características propias del gobierno de Berna, que fue clientelar y personalista, con distinciones y apitutamientos, lo que les parece a muchos funcionarios como un modelo normal de funcionamiento de una organización. Así que probablemente esperan un comportamiento similar de Aliro Catur.

Nosotros esperamos que no sea así y que realmente el cambio se refleje en un gobierno justo, como Catur mismo ha dicho que va a ser. En un nuevo modelo de relación, que incluya a los funcionarios del municipio.
El tiempo dirá en que dirección se mueve el nuevo alcalde, aunque hasta ahora, no tenemos porque no creerle cuando dice que “hay mucha gente buena valiosa en el municipio y hay que rescatarlas”.

Si bien el es una incógnita en muchos aspectos, incluyendo al equipo de trabajo que ve a desplegar, le concedemos al menos por ahora, el beneficio de la duda.

Claro, podemos tener un margen de tranquilidad para hacer eso, ya que no somos funcionarios municipales.

Nota. ¿De donde sacamos los dichos de Catur? De una entrevista, que pueden leer aquí, en el sitio web “El clandestino” >>