Por Boric, obvio

Envie esta Editorial Version de impresion de esta Editorial Publicado el 15 de Diciembre de 2021 Visto 1155 veces

Nos preguntaron varias personas, por quien votamos nosotros. Por Boric, decimos.

Pero parece que no basta con solo decir Boric, así que vamos a elaborar un poco el argumento.

Veamos las opciones: Boric o el muñeco fascista

La alternativa del muñeco fascista da miedo, no solo por el mismo, sociópata casi de manual, sino por quienes los apoyan, porque muestran un público bastante decadente y una situación social en que la mentira descarada como recurso político no es condenada. Incluso es celebrada.

El que vota por el muñeco fascista, pertenece a dos tipos de categorías.

Están los que creen, de verdad,  que elegirlo es la manera de detener el comunismo, el caos de izquierda o ponerle atajo a alguno de los miedos que meten a través de chuscas propagandas. Estos son, literalmente, idiotas.

La otra categoría son los que quieren un mundo prometido de abuso, desigualdad, explotación. Porque están justamente del lado privilegiado. O creen que lo están. O creen que lo van a estar. Estos son codiciosos.

Idiotas y codiciosos no son especímenes con los que uno pueda discutir demasiado. Solo observarlos y ver como se distribuyen en distintas sumas y gradaciones de la idiotez y la codicia.

Y el que me salga ahora con que hay que respetar las opiniones y elecciones de los otros, permítame que me ría un rato.

Porque lo que este fascista representa es justamente la negación de la diferencia, de la elección y de la libertad de expresarse. Así que si usted quiere usar ese argumento, además de idiota o codicioso, es un cínico descarado.

Nadie le va a impedir votar por el fascista. Allá usted. Acá yo.

Por el otro lado, tenemos a Boric, que en realidad no es el mejor candidato. Pertenece a una clase nueva de políticos que en realidad son los mismos de siempre, solo que con algunos ligeros cambios que por un momento pueden ser engañosos. Si Boric y sus amigos se hubieran desarrollado en los 90, serian PPDs o peor aun, socialistas.

No es que tengamos tanta elección.

Pero ¿a quien vamos a culpar? Si hemos llegado a esta situación ha sido porque no hemos actuado con decisión cuando se requirió, porque vimos el estallido social por la televisión o por las redes sociales, porque murmuramos “no es la forma”, porque seguimos auto-engañándonos con promesas de estabilidad, porque todavía preferimos hacernos los lesos que asumir que este mundo es realmente siniestro y desgraciado, porque no hemos hecho nada por cambiar nada, porque nos creímos los cuentos y vivimos asustados, porque sufrimos una variante del síndrome de Estocolmo, porque nos hemos dejado llevar por la corriente hasta caer en este putrefacto remanso del río donde se juntan todas las porquerías que trae la corriente y solo quedan dos alternativas.

Claro que este sistema embrutece, degrada, nos mete estupideces en la cabeza. Pero usted que ha llegado hasta este párrafo, pertenece al porcentaje de personas que no puede dar esa excusa. Usted le ha dado un par de vueltas a estos temas.

Pero vamos a lo práctico:

Entre las dos alternativas, la cosa está clara.

Si elegimos a Boric, y su gobierno no le gusta a nadie, que es probable, dentro de cuatro años hay una alta posibilidad que se pueda votar por una alternativa. Y capaz que algo mejore la cosa.

Si sale el fascista, la historia nos enseña que dentro de cuatro años es muy probable que no podamos votar por nadie, porque ya no existirá la opción de votar. Sobre todo si usted es mujer.
Si sale el fascista, medios como este la van a tener más difícil aun, considerando que ya hoy los medios de derecha (casi todos) se llevan el 95% de los recursos. No veo al Klansman creando leyes de apoyo a los informativos independientes.
Si sale el fascista, olvídense de convenios 169, de plurinacionalidad y de reconocimiento a los pueblos indígenas. El corolario es que si usted verdaderamente se siente indígena, no puede votar por ese monstruito.

Si usted tiene un certificado indígena, o pertenece a una organización llamada comunidad indígena, y va a votar por ese espécimen, tenga claro que en el fondo de su corazón lo indígena es para usted una cosa instrumental, de conveniencia.

Ya sea usted idiota, codicioso, ingenuo o bienintencionado, recuerde que finalmente, HAY un componente de responsabilidad en lo que uno elige.

Y esa responsabilidad es aun mas grande cuando uno decide NO elegir.

Vote. Si nunca ha ido a votar, o hace tiempo que se desencantó, ahora es cuando.

Vote bien. Pero no vaya a votar por el tipo que ha dicho muchas veces que para él esa posibilidad que usted tiene de votar (sobre todo si es mujer) es algo malo.

Vote Boric, no sea lese.*

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* guiño a la inclusión (podría ser lesa o lesa)

 

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